Siguiendo con el tema del ocio juvenil, quizás MAY tiene razón en decir que exagero al poner el ejemplo de las Barranquillas o la Cañada Real. Ya dije que mi intención no era ponerme catastrofista pero sinceramente si hacemos una reflexión de la problemática saco las siguientes conclusiones:
En la temporada de verano que es la que más conozco, ya que en invierno apenas me dejo caer por allí, en el parque se pueden juntar en distintos grupos alrededor de 100 ó 150 chavales. De ellos, la mayoría consume alcohol y drogas. Me imagino que el alcohol se lo proporcionan las distintas tiendas que hay por el pueblo, tiendas que por supuesto con el único interés de vender y hacer caja no les importa si son menores o no. En cuanto al suministro de las distintas sustancias estupefacientes, es posible que alguno la lleve de Madrid, pero estoy seguro que no es necesario salir de Torrenueva para conseguir lo que el mercado juvenil demanda.
Al haber demanda de sustancias estupefacientes, lo más normal es que haya oferta. Vamos a imaginar por un momento que sólo hay un camello que distribuye toda la demanda por el pueblo. Si eso fuera así, estaríamos ante un monopolio que mientras durara no generaría más conflicto que a la hora de negociar el precio entre los compradores y el vendedor. Lo más normal, es que haya varios puntos de venta. Esto supone que entre los distribuidores se crean conflictos por el poder territorial en la distribución. Cuantos más conflictos existan en esta materia, más numerosos se hacen los grupos distribuidores. Resulta que cuando 3 individuos se juntan para realizar un ilícito penal, se considera crimen organizado o bandas organizadas.
El caso es que quizás haya exagerado con poner el ejemplo de las barranquillas, pero las únicas diferencias significativas serian las instalaciones de chabolas de gitanos, y los yonquis deambulando cuales zombis cualquiera en busca de su dosis diaria. Tiempo al tiempo, si no se desarrollan planes para erradicar la proliferación del consumo por parte del Ayuntamiento, esto irá a más. Por lo que a mí respecta no tengo inconveniente alguno en colaborar con el Ayuntamiento en poner en marcha alguna iniciativa en esta materia. La única condición que pondría por mi parte es voluntad de hacer las cosas con el único fin de evitar un peligro para los jóvenes de Torrenueva. Sin finalidades ni objetivos políticos. Sólo la voluntad de querer hacerlo y hacerlo bien.
COOL
En la temporada de verano que es la que más conozco, ya que en invierno apenas me dejo caer por allí, en el parque se pueden juntar en distintos grupos alrededor de 100 ó 150 chavales. De ellos, la mayoría consume alcohol y drogas. Me imagino que el alcohol se lo proporcionan las distintas tiendas que hay por el pueblo, tiendas que por supuesto con el único interés de vender y hacer caja no les importa si son menores o no. En cuanto al suministro de las distintas sustancias estupefacientes, es posible que alguno la lleve de Madrid, pero estoy seguro que no es necesario salir de Torrenueva para conseguir lo que el mercado juvenil demanda.
Al haber demanda de sustancias estupefacientes, lo más normal es que haya oferta. Vamos a imaginar por un momento que sólo hay un camello que distribuye toda la demanda por el pueblo. Si eso fuera así, estaríamos ante un monopolio que mientras durara no generaría más conflicto que a la hora de negociar el precio entre los compradores y el vendedor. Lo más normal, es que haya varios puntos de venta. Esto supone que entre los distribuidores se crean conflictos por el poder territorial en la distribución. Cuantos más conflictos existan en esta materia, más numerosos se hacen los grupos distribuidores. Resulta que cuando 3 individuos se juntan para realizar un ilícito penal, se considera crimen organizado o bandas organizadas.
El caso es que quizás haya exagerado con poner el ejemplo de las barranquillas, pero las únicas diferencias significativas serian las instalaciones de chabolas de gitanos, y los yonquis deambulando cuales zombis cualquiera en busca de su dosis diaria. Tiempo al tiempo, si no se desarrollan planes para erradicar la proliferación del consumo por parte del Ayuntamiento, esto irá a más. Por lo que a mí respecta no tengo inconveniente alguno en colaborar con el Ayuntamiento en poner en marcha alguna iniciativa en esta materia. La única condición que pondría por mi parte es voluntad de hacer las cosas con el único fin de evitar un peligro para los jóvenes de Torrenueva. Sin finalidades ni objetivos políticos. Sólo la voluntad de querer hacerlo y hacerlo bien.
COOL