Varios años después, el 7 de noviembre de 1773, eran decapitados el dominico
San Jacinto Castañeda y el vietnamita San Vicente Liem de la Paz. El español, nacido en Játiva (
Valencia), tenía 42 años. Había sido misionero en China, donde continuó su labor apostólica. Capturado mientras administraba los sacramentos, fue metido dentro de una estrecha jaula. A la misma cárcel llegó el vietnamita. Ambos se ayudaron espiritualmente y juntos dieron un magnífico testimonio de fortaleza cristiana y de doctrina
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