En el s. XIII se denominaba "Bellomonte" y tras su repoblación en el s. XV pasó a llamarse "Belmonte de la
Sierra" y posteriormente "Belmontejo".
VILLAMANRIQUE, situado en una meseta que sirve de enlace con Sierra Morena, se llamó Belmonte de la Sierra y el maestre Rodrigo Manrique le otorgó en 1.474 el privilegio de villazgo y le dio el nombre actual.
Según cuenta el Ingeniero de
Caminos D. Jesús Mª de Ugalde y Agúndez en su libro "LOS CAMINOS TERESIANOS",
Santa Teresa de Jesús en su vigesimosegunda andadura,
camino de Beas de Segura en 1575, pasó por una cañada que, en parte, coincide con el Camino Real a
Andalucía, en la
Casa de Baños de Perete, o casa de Perete, cruzando el arroyo Cabasligas y en esta confusión de caminos se perdieron. El itinerario puede verse en el álbum de
fotos.
Los árabes también dejaron impronta en esta localidad con su
castillo de Eznavejor o
Torres de Xoray que fue abandonado en el año 1213, una año después de la victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa. La orden de Santiago se ocuparía de su administración y defensa en 1214. Esta orden construyó el castillo de Sant Yaque de
Montizón.
A comienzos del s. XVI la villa era un punto de paso estratégico para trasladarse por el sur de
España, desde el Reino de
Valencia al de
Granada y Andalucía. Además de para acceder al resto de La Mancha y al Priorazgo de
San Juan para Granada, actuando el
pueblo como
puerto.
En el siglo XV se llamó Balmontejo de la Sierra y, a partir del siglo XV, Villamanrique, nombre que toma de Don Rodrigo Manrique, maestre de Santiago.
A comienzos del s. XVII (1617), se recontruyó la venta nueva a manos del Comendador del Segura, duque de
Feria. La
Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, se construyó por aquel entonces, además de
casas solariegas de la
calle Jerónimo Frías. La más importante sin duda la Casa de la Encomienda o "Casa Grande", de estilo renacentista y un
patio típico manchego.