En los inicios del siglo XV La Moraleja triplicó en población a
Montiel y, por esa razón, el maestre de Santiago e infante de
Aragón, Don Enrique, vio necesario hacer a La Moraleja villa independiente, concediéndole jurisdicción y sello propios el 10 de febrero de 1421. En agradecimiento hacia él y sus hermanos (los Infantes de Aragón de. Alonso, de. Juan y de. Pedro) La Moraleja cambió su nombre y pasó a llamarse
Villanueva de los Infantes.