Dios querido: vengo a Ti en oración para ser renovada. Inmersa en Tu presencia, estoy conectada con la paz interior para la que me has creado.
En el sagrado silencio contigo encuentro alivio para las presiones de mi jornada. Y comprendo que, al aquietarme, al relajarme, me abro a una corriente de paz que está a la espera de calmar toda ansiedad, de aliviar cualquier temor.
En este mismo instante dejo que la paz interior, la divina tranquilidad, se eleven a mi encuentro...