Cerca de este lugar está el Hospital de Santiago, de aire renacentista y hermosa piedra. La alhóndiga es del siglo XVI, antigua casa de contratación, luego cárcel y ahora Casa de Cultura. La Casa del Arco destaca por su magnífico pórtico. El Convento de Santo Domingo, originario del XVII, tiene una arquitectura que no es muy llamativa. Allí está la habitación en la que pasó sus últimos momentos Francisco de Quevedo.