Llamada en la
antigüedad Puerto de Villaharta, edificada sobre los restos de una antigua fortificación defensiva de la Orden de Sanjuanista lo cual da origen al nombre de Villa Harta, es decir, apretada, cercada, amurada para pasar a llamarse Villaharta, Villaarta y con el
ayuntamiento constitucional formado tras la Guerra de la Independencia Villarta de la Orden de
San Juan, para llegar a nuestros días con la denominación de
Villarta de San Juan. En el año 1236 se le concede Carta de Población a la villa de Villaharta. Ostenta el título de Villa con privilegio Real, de fecha 12 de julio de 1648.
El origen de Villarta se sitúa, aunque en términos muy imprecisos, en plena época prerromana; podemos señalar vestigios de la cultura de las Motillas, una muy cerca de la actual población, si bien totalmente destruida en la actualidad, así como los importantes vestigios Ibéricos de los yacimientos de Falcón y de la
Virgen de la Vega, que al estar situados en terrenos de labor nunca han sido estudiados con detenimiento, a pesar de haberse encontrado restos de gran valor histórico. En cualquier caso no parece albergar dudas el origen
romano de la villa, pudiendo identificarla con la mansión
romana de Murum, en la calzada que unía la villa de
Consuegra con Alhambra y el
puente de origen romano, aunque su estructura fue consolidada en época
medieval
Llamada en la antigüedad Puerto de Villaharta, edificada sobre los restos de una antigua fortificación defensiva de la Orden de Sanjuanista lo cual da origen al nombre de Villa Harta, es decir, apretada, cercada, amurada para pasar a llamarse Villaharta, Villaarta y con el ayuntamiento constitucional formado tras la Guerra de la Independencia Villarta de la Orden de San Juan, para llegar a nuestros días con la denominación de Villarta de San Juan. En el año 1236 se le concede Carta de Población a la villa de Villaharta. Ostenta el título de Villa con privilegio Real, de fecha 12 de julio de 1648.
La villa fue un asentamiento de gente de tres culturas: judía, musulmana y cristiana. De la importancia de la primera es de destacar la presencia de judíos o descendientes entre 1495 y 1497 en torno al 10% de la población total. En relación a los segundos, nuestro acervo cultural, pólvora y fuego, mantenido a lo largo de los siglos y muy vivo en nuestras
fiestas de las Paces. Según los datos que figuran en las Relaciones ordenadas por Felipe II en 1575, la población podía tener entre 200 y 300 habitantes, concentrándose en un núcleo urbano en torno al
Camino Real,
Plaza del Altillo y desde estos lugares hacia la
iglesia, situada en el extremo norte del
pueblo y edificada sobre los restos de una antigua fortificación defensiva de la Orden de San Juan lo cual da origen al nombre de Villa Harta, es decir, apretada, cercada, amurallada para pasar a llamarse Villaharta, Villaarta y con el ayuntamiento constitucional formado tras la Guerra de la Independencia Villarta de la Orden de San Juan, para llegar a nuestros días con la denominación de Villarta de San Juan.
El posible origen de las Paces data del año 1369, cuando en el concilio Eclesiástico del Arzobispado de
Toledo, se instituye la festividad de Nuestra Señora de la Paz, al día siguiente de la ya instituida de San Ildefonso. El primer dato histórico relacionado con estas fiestas aparece en las relaciones de Felipe II donde se dice en el capítulo correspondiente a Villarta “... que hay una
ermita fuera del pueblo que se dice Nuestra Señora de la Paz.” Añadiéndose posteriormente:..... y Nuestra Señora de la Paz, esta que votó por la salud del pueblo cristiano...” Estas fiestas tienen carácter Patronal al menos desde 1780. Únicamente, no se celebraron durante la Guerra de la Independencia, cuando Villarta fue totalmente asolada y su Virgen desaparecida y, durante la guerra civil, periodo en que la imagen fue destruida en su totalidad.
Ostenta el título de Villa con privilegio Real, de fecha 12 de julio de 1648.