Hola a todos,
La verdad es que el bar en Alcantud está concebido como lugar de encuentro de todos los vecinos de invierno y de verano, por lo que ahora que no hay ninguno abierto, quizá sería buena idea que la Asociación de vecinos, intentara que alguno de los propietarios se lo alquilara, al menos para veranos, Semanas Santas y puentes, como actividad social de la asociación, de forma que el nexo que siempre nos ha reunido se mantenga abierto para todos los que viven allí o vamos cuando podemos.
Tengo entendido que el edificio que hicieron enfrente de la pistas polideportivas es un centro social, pero que los vecinos no han querido usarlo por estar lejano al centro del pueblo, quizá habría que plantearse desde el Ayuntamiento abrirlo ahora que no hay bares en el pueblo para que todos tengamos un punto de encuentro. Aquí en Madrid, casi todos los centros sociales tienen bar, por lo que no sería nada que fuera contra la ley. Aunque creo que lo mejor sería intentar convencer a alguno de los propietarios de bares que lo alquilen para esas ocasiones.
Todo esto si Jesús no se anima a abrir, por supuesto.
Un saludo,
Marta.
La verdad es que el bar en Alcantud está concebido como lugar de encuentro de todos los vecinos de invierno y de verano, por lo que ahora que no hay ninguno abierto, quizá sería buena idea que la Asociación de vecinos, intentara que alguno de los propietarios se lo alquilara, al menos para veranos, Semanas Santas y puentes, como actividad social de la asociación, de forma que el nexo que siempre nos ha reunido se mantenga abierto para todos los que viven allí o vamos cuando podemos.
Tengo entendido que el edificio que hicieron enfrente de la pistas polideportivas es un centro social, pero que los vecinos no han querido usarlo por estar lejano al centro del pueblo, quizá habría que plantearse desde el Ayuntamiento abrirlo ahora que no hay bares en el pueblo para que todos tengamos un punto de encuentro. Aquí en Madrid, casi todos los centros sociales tienen bar, por lo que no sería nada que fuera contra la ley. Aunque creo que lo mejor sería intentar convencer a alguno de los propietarios de bares que lo alquilen para esas ocasiones.
Todo esto si Jesús no se anima a abrir, por supuesto.
Un saludo,
Marta.