En la comarca se conoce al
pueblo como el de "la Mielga", por la
tradición que dice que una vez creció en la
torre de la
Iglesia una planta de este tipo que, al alcanzar gran tamaño, amezaba la su estabilidad. Los vecinos encontraron la solución en subir un borrico a lo alto de la torre para que se comiera la mielgal,para ello ataron una soga al cuello del animal y empezaron a subirlo, comoquiera que el nudo fue apretando cada vez más al borrico, y esto le ahogaba, a medida que se asfixiaba el animal iba sacando cada vez más la lengua, y los vecinos que lo veían decían que se relamía por ver la mielga.
El día del
Corpus Christi se ponen
altares en las
puertas de las
casas para que sea depositada la custodia bajo un
lluvia de pétalos que tiran los niños del pueblo.
El domingo de Resurrección los quintos antes, y ahora todos los jóvenes, ponen ramas de
almendro en las
ventanas de las casas de las pretendidas, y de aliagas (arbusto espinoso)en las puertas de las no pretendidas y las
calles por donde trascurre la
procesión del encuentro entre "El resucitado" y la
Virgen. Los jóvenes hacen el "pelele", muñeco de paja que representa a Judas, al que se mantea y prende fuego.
Para la festividad de Todos los
Santos, 1 de noviembre, se elaboran las calabazas huecas, iluminadas por una vela, que representan los difuntos y se cocinan las tradicionales "gachas de dulce" o "puches".
Tradicional "corremerienda",
comida en el
campo con viandas prepradas en
casa (de ahí que se corra la merienda) el 18 de julio.