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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Mirando al fondo de la montaña
Foto enviada por Qnk

Como estaba abierta una ventana de la casita, salto`por ella Ricitos de Oro, y corrio sin parar por el bosque hasta que encontro el camino de su casa.
Se desperto entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asusto tanto, que dio un salto y salio de la cama.
- ¡Alguien esta durmiendo en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo: - ¡Alguien se ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo: - ¡Alguien se ha acostado en mi cama!
El Oso grande grito muy fuerte: - ¡Alguien ha tocado mi silla! El Oso mediano gruño un poco menos fuerte.. - ¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han sentado en mi silla y la han roto!
¿Que ocurrio entonces?.
Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde estaban las sillas.
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabian que pensar.
Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora iban a sentarse en las tres sillas de color azul que tenian, una para cada uno.
El Oso grande, grito muy fuerte: - ¡Alguien ha probado mi leche! El Oso mediano, gruño un poco menos fuerte: - ¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han tomado toda mi leche!
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venian de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche. Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro, era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy pequeño.
Despues, se acosto, en la cama pequeña. Y esta la encontro tan de su gusto, que Ricitos de Oro se quedo dormida.
La niña se acosto en la cama grande, pero la encontro muy dura. Luego, se acosto en la cama mediana, pero tambien le perecio dura.
Entro en un cuarto que tenia tres camas. Una, era grande; otra, era mediana; y otra, pequeña.
Habia tambien en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana, y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a sentarse en la silla mediana. Pero era muy ancha. Entonces, se sento en la silla pequeña, pero se dejo caer con tanta fuerza, que la rompio.