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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Cruzamos el puente
Foto enviada por Qnk

La leyenda asegura que el joven emperador comía y dormía en los establos, junto al caballo, los días de las carreras. Se cuenta que en una de aquellas carreras, a pesar de todo, perdió Incitatus y que Calígula no pudo contenerse y mandó matar al osado auriga, pero diciéndole al verdugo aquello de "Mátalo lentamente para que se sienta morir".
Calígula tenía predilección por su caballo Incitatus, al que tenía en un establo de mármol y un pesebre de marfil con bebedero de oro. Según la tradición —cuestionada por los revisionistas—, el emperador hacía que lo cubrieran con mantas color púrpura, reservado a la familia imperial; lo adornaba con un collar de piedras preciosas y mantenía un equipo de 18 esclavos a su disposición. Incitatus era un magnífico caballo de carreras de origen hispano, lo que respondía al gusto del emperador por este ... (ver texto completo)
Los emperadores romanos fueron muy aficionados a los leones. Domiciano poseía uno, y el de Caracalla, llamado Acinaces, comía a su mesa y dormía con él. Valentiniano, en cambio, prefería tener dos osas enjauladas junto a su dormitorio. Se llamaban Inofensiva y Lentejuela Dorada, y dicen que las alimentaba con carne humana. La primera de ellas, en premio a sus méritos, pudo volver a sus bosques.
Aquellos romanos y sus raras mascotas

Julio César tenía una jirafa que trajo consigo de Alejandría en el año 46 a. C. y que exhibió para curiosidad de los romanos. Ellos, que aún no conocían tal clase de animal, la percibieron como una especie de cruce entre camello y leopardo, por lo que la llamaron “cameleopardo”.