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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El gorro de Papa Noel
Foto enviada por Qnk

– No tengo más joyas que ofrecerte – y pensando que esta vez estaba perdida, gimió desconsolada. – Bien, en ese caso, me darás tu primer hijo – demandó el enanillo. Aceptó la muchacha: “Quién sabe cómo irán las cosas en el futuro” – Dijo para sus adentros. Y como ya había ocurrido antes, la paja se iba convirtiendo en oro a medida que el extraño ser la hilaba.
Pero la codicia del rey no tenía fin, y cuando comprobó que se habían cumplido sus órdenes, anunció: – Repetirás la hazaña una vez más, si lo consigues, te haré mi esposa – Pues pensaba que, a pesar de ser hija de un molinero, nunca encontraría mujer con dote mejor. Una noche más lloró la muchacha, y de nuevo apareció el grotesco enano: – ¿Qué me darás a cambio de solucionar tu problema? – Preguntó, saltando, a la chica.
La muchacha estaba desesperada, pues creía imposible cumplir la tarea pero, como el día anterior, apareció el enano saltarín: – ¿Qué me das si hilo la paja para convertirla en oro? – preguntó al hacerse visible. – Sólo tengo esta sortija – Dijo la doncella tendiéndole el anillo. – Empecemos pues, – respondió el enano. Y zis-zas, zis-zas, toda la paja se convirtió en oro hilado.
La hija del molinero le entregó la joya y… zis-zas, zis-zas, el enano hilaba la paja que se iba convirtiendo en oro en las canillas, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación refulgía por el oro. Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, espetó: – Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación. – Y le señaló una estancia más grande y más repleta de oro que la del día anterior.
Una vez en el castillo, el rey ordenó que condujesen a la hija del molinero a una habitación repleta de paja, donde había también una rueca: – Tienes hasta el alba para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo contrario, serás desterrada. La pobre niña lloró desconsolada, pero he aquí que apareció un estrafalario enano que le ofreció hilar la paja en oro a cambio de su collar.
El enano saltarín

Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para darse importancia: – Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca. El rey, francamente contento con dicha cualidad de la muchacha, no lo dudó un instante y la llevó con él a palacio.
Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro:
"Viejo amigo, ¿adónde pasó la Navidad?
Y el otro responde:
"Pasé la Navidad en Villa Ancico"
Había una vez dos niños uno pobre y uno rico. Era época de navidad, y el niño rico recibió muchos juguetes. El niño rico le preguntó al pobre:
¿Y a tí que te trajo Santa?
Un topoto, le contestó el niño.
¿Qué es eso?, preguntó el niño rico.
No te puedo decir, le contestó.
Horas después el niño rico va con su papá y le dice:
Papá, papá, quiero un topoto.
¿Qué eso?, preguntó el papá.
El niño le contesta:
No sé, pero mi amigo lo tiene y no me dijo lo que era. ... (ver texto completo)
¿Sabes cúal es el letrero mas leido en Navidad?
"No incluye baterias".
¿Quien es Santa Claus?

- Santa no trabaja personalmente, sino que dirige a montones de subalternos.
- Tú nunca llegas a ver a Santa, sólo a sus empleados.
- Santa no llega a las 40 horas semanales de trabajo ni de lejos.
- Santa viaja un montón.
- Santa tiene trabajo hasta que quiera retirarse.
Obviamente, Santa es un catedrático.
El propio Nerón se expuso alguna vez, y Cómodo se hizo célebre matando animales en el anfiteatro. Este emperador, hombre muy hermoso según atestiguan todas las fuentes, se mostraba especialmente orgulloso de su físico, por lo que se complacía en erigir estatuas suyas en las que aparecía representado como Hércules. Se creía realmente hijo de Júpiter, una obsesión que le impulsaba a demostrar en la arena sus poderes enfrentándose a animales salvajes. En una ocasión venció a una pantera en combate singular, ... (ver texto completo)
Augusto alentó esta práctica entre patricios, y de este modo las venationes llegaron a ser muy populares entre las clases altas. La caza era el deporte de los ricos, y constituía una prueba de valor. Algunos venatores llegaron a ser tan famosos que aún pueden leerse sus nombres en algunos mosaicos.
Los animales eran expuestos al público el día antes de la venatio. En Roma la exhibición de las fieras tenía lugar en el vivarium o zoo, cerca de la Puerta Prenestina.
Pretores, ediles y cuestores se encargaban de organizar la venatio mediante impuestos recaudados en provincias. Estos espectáculos tenían también un aspecto religioso: estaban dedicados a Diana, diosa de la caza, o a Júpiter. A veces se celebraban en determinadas fechas del año, por ejemplo por el cumpleaños del emperador o aniversarios de victorias gloriosas, pero también para conmemorar otras ocasiones, como una boda, una coronación, un triunfo o un funeral.
Después del espectáculo la carne de los animales era ofrecida al público, y en muchos casos había también unas actuaciones similares a las de un circo moderno, con números cómicos y animales amaestrados, por ejemplo tigres que se dejan besar, leones que atrapan liebres y las entregan sin causarles daño alguno, o elefantes que bailan.