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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El gorro de Papa Noel
Foto enviada por Qnk

En el caso de los toros, igual que en las modernas corridas, los succursores se encargaban de aguijonearlos para enfurecerlos, y el torero luchaba contra el toro a pie, con una pica o una lanza. Otros espectáculos taurinos implicaban habilidades similares a las cretenses, o a las de los rodeos contemporáneos.
Se traían a Roma los animales más curiosos desde los lugares más remotos. Pompeyo organizó una lucha de 500 leones, 18 elefantes y 410 animales salvajes traídos desde África. Augusto preparó una cacería en la que se mataron 36 cocodrilos en el circo Flaminio, inundado para la ocasión. Calígula hizo su aportación con un combate entre 400 osos e igual número de animales africanos. El Coliseo y otros circos aún conservan los pasadizos subterráneos utilizados para conducir a los animales hasta la arena.
Pero existía una segunda modalidad de venatio en la que eran las propias fieras las que luchaban una contra otra obedeciendo a los debidos estímulos, como el hambre o el fuego.
Los venatores, en cambio, iban armados con una lanza, se preparaban bien para estos combates y podían proteger brazos y piernas con cuero. A veces llevaban placas de hierro en el pecho o incluso una especia de armadura, en cuyo caso utilizaban una espada como arma
Bestiarii era también el nombre que recibían los trabajadores encargados del cuidado de los animales, de separarlos de sus víctimas o animarlos a la lucha haciéndolos salir de sus jaulas mediante paja ardiendo. Si eran atacados mientras se aplicaban a la tarea, podían buscar refugio en los burladeros que había en torno a la arena.
Este método de acabar con los criminales, importado de los cartagineses en el siglo II a. C., no se abolió hasta el año 681. Los cartagineses lo aplicaban a los desertores o esclavos fugitivos, como medida disuasoria para otros. Los romanos también lo aplicaron a los primeros cristianos.
La venatio era, pues, la damnatio ad bestias, una forma de pena de muerte destinada a los enemigos del Estado, tan atroz que muchos se resistieron a morir de ese modo. Séneca cuenta cómo un infortunado prisionero germano destinado a participar en una de estas luchas optó por suicidarse tragando una esponja. Otro de ellos, cuando iba a ser conducido a la arena, metió la cabeza entre los radios de la rueda del carro y se partió el cuello. Tenemos también el dato de 29 prisioneros sajones que se estrangularon ... (ver texto completo)
En ocasiones se trataba de mercenarios, pero otras veces eran cautivos o criminales obligados a luchar contra las fieras en la arena. Los primeros eran los venatores (cazadores) propiamente dichos, divididos en varias categorías según su especialidad: arqueros, taurarii (toreros), etc. Los segundos eran los bestiarii, que ofrecían un espectáculo de hombres sin entrenar, armados de forma imperfecta o a veces expuestos totalmente a los animales, atados a columnas o encerrados con ellos en una jaula. ... (ver texto completo)
La venatio en la antigua Roma

Uno de los espectáculos más sanguinarios de la antigua Roma era la venatio de animales salvajes, que data del año 186 a. C. Estos gladiadores luchaban a pie o a caballo y se adiestraban en la escuela situada junto al Coliseo llamada ludus matutinus, dado que en un principio estos espectáculos tenían lugar por la mañana, mientras que los combates de gladiadores se celebraban por la tarde. En esta escuela no solo recibían formación los luchadores, sino que también se ... (ver texto completo)