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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Camisetas con la Virgen estampada
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

Todo el mundo sabe que los gatitos embrujados son negros de pies a cabeza y que tienen los ojos muy verdes. En la cueva, que era muy oscura, nadie había notado que Gobolino tenía una patita blanca. Y para colmo de males sus ojos eran ¡azules!

Salima entró corriendo en la cueva.
- ¿. Es que no prefieres ser malo?

-No -contestó Gobolino-. Seré bueno para que la gente me quiera. Nadie desea tener gatos embrujados.

En ese momento, un rayo de luna iluminó a los gatitos. Salima exclamó, arqueando el lomo:

- ¡Hermano! ¡Tienes una pata blanca!
Gobolino se quedó callado y al cabo de un buen rato dijo:

Gabolino el gato embrujado
Gabolino el gato embrujado

-Yo seré un gato faldero. Me tumbaré junto al fuego con las patas encogidas y me pondré a ronronear. Cuando los niños de la casa vuelvan del colegio, me tirarán de las orejas y me harán cosquillas. Cuidaré la casa, cazaré ratones y vigilaré al bebé. Y… __ después que todos los niños se hayan ido a la cama, me subiré a la falda de la madre. ¡Me llamarán Gobolino, el gato faldero!
- ¿Qué quieres ser cuando te hagas mayor? -le preguntó Gobolino.

-Seré una gata embrujada como mamá -contestó Salima- Aprenderé magia, montaré en una escoba y convertiré los ratones en ranas y las ranas en lagartijas. Volaré en el viento de la noche con los murciélagos y los buhos, gritando \Miiauuuu\ Y todos dirán: “Allá va Salima, la gata embrujada”.
Gabolino, el gato embrujado

Una tenebrosa noche de invierno, dos gatitos salieron de la cueva en que habían nacido. Era la primera vez que se atrevían a hacerlo. Estaba tan oscuro que Gobolino apenas podía ver a Salima, su hermana gemela, que era tan negra como la misma noche.
El dibujo es por delante y por detrás, o solo por uno de estos lados?

Las tallas y colores