Vaya, vaya, he dormido bien, pero parece que esta bolsa se vuelve cada vez más pesada.
Cuando avistó su
casa, gritó desde lejos:
-Mamá, mamá, pon la olla de cristal en la
chimenea que llego con la cena.
La vieja madre del zorro puso la olla de cristal en la chimenea, la llenó de
agua y encendió el fuego.
Mientras el agua hervía, el zorro subió al
tejado y desató la bolsa encima de la chimenea.
- ¡Señor gato, señor ratón, señor gallito rojo, acomodaos en la olla! –exclamó y echó
campana ... (ver texto completo)