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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Lavadero antiguo
Foto enviada por Qnk

Después, se presentó ante el rey. –Majestad –le informó el gato-, mi amo os envía este conejo, uno de los miles que hay en sus campos.
Con un saco y una zanahoria el gato preparó una trampa y cogió un conejo gordo y orondo
Si consigues unas botas y un sombrero para mí –le dijo un día el gato a su sorprendido dueño-, verás en poco tiempo todas las cosas que yo puedo hacer por ti.
El gato con botas – corto

El hijo pequeño de un molinero se lamentaba de su suerte, pues además de haberse quedado sin padre, por toda herencia había recibido un gato gris.
Los tesoros que había robado el gnomo se los dieron a su madre y a su hermana Rosa Roja, y todos fueron felices en su casa, viendo como florecían los arboles de rosas blancas y rojas.
El príncipe le confesó a Rosa Blanca, que en las noche que había ido a dormir junto al fuego de su casa, se había enamorado de ella, y que cuando tuviera la edad suficiente le gustaría casarse con ella.
Las chicas habían huido, pero el oso las llamó “Rosa Blanca, Rosa Roja, no tengáis miedo”. Soy yo, vuestro amigo el oso. “Entonces ellas reconocieron su voz y dejaron de correr, y cuando el oso estaba cerca de ellas su piel se cayó, era un hombre y llevaba unos hermosos vestidos, bordados en oro, el hombre les dijo: “Soy el hijo del Rey”, había sido encantado por ese gnomo gruñón, me condeno a parecer un oso, y no podía liberarme del encantamiento hasta que pudiera matarlo. Ahora el tiene su merecido.
“ ¿Qué estáis mirando, niñas bobas” Gritó el gnomo, y su rostro blanco se volvió rojo de rabia, me estabais espiando para robarme mi tesoro, no contestaron ellas, estaba a punto de atacar a las niñas, cuando de repente sonó un gruñido, y un gran oso negro salto desde el interior de una cueva. El gnomo soltó un gran grito, pero no tuvo tiempo de escapar, el oso ya lo había capturado. Entonces gritó con terror, “Señor oso, perdóname! Te voy a dar todo mi tesoro. Mira estas piedras preciosas que he ... (ver texto completo)
Luego tomó una bolsa de piedras preciosas y desapareció en una cueva bajo las rocas. Las chicas se molestaron por su ingratitud, y siguieron su camino he hicieron sus compras en la ciudad. Durante el camino de vuelta, cuando se estaba poniendo el sol, vieron al gnomo escondiendo sus piedras preciosas bajo una roca, cerca de una cueva, el gnomo pensaba que era muy tarde para que alguien pudiera verlo. Pero con los últimos rayos de sol, las piedras preciosas podían verse desde muy lejos, y las niñas ... (ver texto completo)
Inmediatamente después se oyó un fuerte grito. Corrieron hacia la roca y vieron con horror que el águila se había abalanzado sobre el gnomo gruñón, y estaba a punto de llevárselo. Las niñas de buen corazón intentaron sujetar al gnomo, para que el águila no pudiera levantar su vuelo, y cuando lo consiguieron el gnomo, les grito: no podáis haberme sujetado con más cuidado, me habéis roto mi hermosa capa en mil pedazos, niñas estúpidas…
Sucedió que poco después la madre envió a las dos chicas a la ciudad a comprar agujas, hilos, cordones y cintas. Su camino los llevaba cerca de un barranco donde había rocas enormes y cuevas, de repente vieron una gran águila que daban vueltas sobre una roca, no muy lejos de allí.
Y enseguida dio un salto y cogió una gran bolsa con perlas que brillaban entre los juncos, y sin decir una palabra más desapareció detrás de las rocas.
El gnomo estaba enfurecido con las chicas por haberlo rescatado cortando la barba. Les gritaba que si no era suficiente haberle cortado la barba una vez, que lo habían vuelto a hacer.
Las chicas llegaron justo en el último momento, e hicieron todo lo posible por liberar la barba de la caña de pescar, pero no pudieron, lo único que podían hacer era sacar la tijera y cortar la barba por segunda vez.
El gnomo estaba intentando pescar, pero el viento había liado su barba con la caña justo en el mismo instante que un pez había picado el anzuelo, el gnomo no era capaz de sacar al pez, y poco a poco el pez lo iba arrastrando hacia el fondo del arrollo.