-Nos las apañaremos, ya verás-dijo. Siembra sorgo en la mitad derecha del
campo y cebada en la mitad izquierda. Las dos plantas se parecen, pero el tallo del sorgo es tan leñoso que es casi imposible romperlo. Cunado el
gigante de cabellos largos vuelva, debes arreglártelas para que empiece a segar por la derecha. ¡Te aseguro que tendrá que pararse a afilar la hoja de la guadaña más de una vez.