Botas y sus hermanos
Había una vez, en un tiempo y lugar lejanos, un hombre que contaba con tres vástagos: Pedro, Pablo y Juan. Éste último, el menor de todos, se le conocía como “Botas”. La
familia era pobre, y es por ello que el padre había animado a todos sus hijos que se buscasen el
pan en otra tierra más próspera y esperanzadora. No muy lejos de su hogar se hallaba el
Palacio Real, y quien allí reinaba tenía unos problemas que resolver. En primer lugar, un gigantesco roble había crecido afuera
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