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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El español
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

Furiosísimos, los ladrones fueron en busca del zapatero. Éste, de nuevo al tanto de que tenían sed de venganza sobre él, urdió un nuevo plan: esconderse en un viñedo y mandar a su esposa soltar al cuando se aproximasen los cuatreros, promulgando que había sido idea del zapatero.
Los rufianes, finalmente, supieron que habían sido engañados por el zapatero, y en consenso decidieron cobrarse su venganza. El zapatero, siempre alerta, los vio venir, y agarró a su esposa poniéndole una vejiga plena de sangre en el cuello. Una nueva treta el zapatero discurría con ello… Y es que, los malvados alcahuetes, amenazaron el zapatero, quien les dijo que les devolvería el dinero. Tras enviar a su esposa a recogerlo, ésta titubeó, instante que el zapatero aprovechó para rajar de un tajo la vejiga de sangre. Ella cayó rendida al suelo como si estuviese muerta. Y así, con ese panorama, el zapatero empezó a tocar la guitarra. La música, celestial para algunos pero no para todos, hizo resucitar a la mujer del zapatero, hecho que maravilló de nuevo a los ladrones. No desaprovechando la oportunidad, se hicieron con la guitarra, eso sí, previo pago de cuarenta piezas de oro añadidas. Todos y cada uno apuñalaron a sus esposas, quienes, por esta vez, no pudieron ser reanimadas. ... (ver texto completo)
El camino, más peligroso de lo que pudiese parecer, le iba a deparar una sorpresa en forma de asaltantes. El zapatero, receloso del dinero que con su sudor había obtenido, escondió sus monedas en las crines del burro. Pero no podía controlar al animal, el cual se sacudió, haciendo saltar el oro por los aires. El zapatero, que astuto era, espetó la mejor excusa que se le ocurrió: “Este burro produce oro, ¡y no pide nada a cambio!”. Los ladrones, prestos, adquirieron el burro por cincuenta piezas de ... (ver texto completo)
El zapatero astuto

No es fácil escuchar historias nacidas de la humildad. Por una vez, dejamos de lado reinos de príncipes y princesas, para conocer un relato de cimiento sencillo pero moraleja acuciante. Nuestro protagonista es un zapatero quien, en pos de ganarse un jornal, y con él la vida, dejó su casa para soñar con enriquecerse. No lo pudo conseguir, pero ganó el suficiente oro como para poder comprarse un burro, con quien regresaría a su hogar.