El Hada, sincera ante la Reina, le contó que, aunque sus deseos eran de ayudarla, esto le era imposible, puesto que un poder superior estaba protegiendo al príncipe ¿Cómo era posible? Con claridad, la Reina supo que quien se interponía en sus planes era “La Reina Amable”, quien protegía a su ahijado desde un país lejano con un rubí que le servía de talismán y escudo. Ésta última además sabía de buena guisa las intenciones de la malvada Reina, y advirtió al príncipe que el talismán sólo sería útil ... (ver texto completo)