Estas creyeron morir del susto. El príncipe que ellas creían muerto volvía a resucitar; y como temían por sus cabezas, corrieron al Rajá, después de desgarrar sus vestiduras, y le dijeron:
-Vuestro caballo Katar ha irrumpido en nuestras habitaciones y nos ha destrozado las ropas. Desde hoy no podremos comer en paz. Siempre temeremos ser destrozadas por ese salvaje animal.
-Vuestro caballo Katar ha irrumpido en nuestras habitaciones y nos ha destrozado las ropas. Desde hoy no podremos comer en paz. Siempre temeremos ser destrozadas por ese salvaje animal.