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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El jardincillo
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

LA MANZANA DE LA DISCORDIA
Cuenta la leyenda, que cuando Peleo y Tetis se casaron, enviaron invitaciones a la fiesta para todos los dioses.
Como no querían tener problemas en un día tan especial, decidieron que lo mejor sería no invitar a Eris, conocida como La Discordia.
Dionisio se rió a carcajadas y lo mandó a lavarse las manos para quitarse el toque mágico a un río de Frigia llamado Pactolus, cuyas arenas son todavía doradas. Y le devolvió la vida a su hija.
Al principio resultaba muy divertido hacer rosas o pájaros de oro. Pero por error convirtió a su propia hija en estatua de oro.
Y más tarde la desesperación se apoderó de él cuando tenía hambre y su comida se convertía en oro o cuando tenía sed y el vino se convertía en oro.
Llorando le pidió ayuda a Dionisio: - ¡Por favor, Dionisio, libérame de este castigo. Mi propia hija es una estatua de oro y no puedo ni beber ni comer. Estoy muriendo de hambre y de sed. Ayúdame!
Al terminar, sin mediar ningún castigo por aplastar sus rosas, lo envió sano y salvo con Dionisio.
Dionisio, agradecido le dijo a Midas: - ¡Pídeme lo que quieras y te lo concederé! Midas, eligió tener el poder de convertir en oro todo lo que tocase. Y así le fue concedido.
Silenio había viajado con Dionisio a la India y tenía muchas e interesantes anécdotas para relatar. Midas se entretuvo cinco días escuchando atentamente las historias de ese continente lejano, sus ciudades, sus barcos y sus gentes.
Una mañana un jardinero le dijo: -Hay un Sátiro completamente borracho tirado en tu rosedal.
- ¡Traedlo inmediatamente ante mi presencia! Dijo Midas
El sátiro resultó ser Silenio.
EL REY MIDAS Y DIONISIO
Midas era el rey de Macedonia. Fue el primer hombre en plantar un jardín de rosas.
Le gustaba disfrutar de la buena vida, las fiestas, escuchar música y pasarla bien.