Luz ahora: 0,10955 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El cachorrito se duerme
Foto enviada por Qnk

Pomperiposa se convirtió en piedra y dicen los animales del bosque que un día al año se vuelve a oír el horrible grito de la bruja.
Después de dar las gracias a los pájaros y a la sabia cigüeña volvieron rápidamente al castillo donde los padres les esperaban con gran preocupación por la tardanza de su paseo.
Inmediatamente se rompió el encantamiento y los dos patitos volvieron a ser el príncipe Pepe y la princesa Pepa, y el pequeño pájaro se convirtió nuevamente en el sirviente.
• ¡Aaaahhh!. El grito de Pomperiposa era el más espantoso que se podía oir.
Los dos príncipes que entendieron el mensaje indicaron a la bruja que mojase su nariz en el lago para refrescársela. Una de las veces que tenía su nariz dentro del agua pasó un cangrejo que llevaba varios días sin comer y viendo esa suculenta nariz la enganchó fuertemente con sus enormes tenazas.
• ¡Por fin he encontrado la solución para acabar con los hechizos de Pomperiposa! - gritaba a lo lejos la cigüeña que llevaba un gran libro en su pico. - ¡Solamente el grito más horroroso de la tierra acabaría con su hechizo ¡- explicaba la cigüeña.
En ese momento volvió a crecer otro trocito la nariz de la malvada bruja.
• Pío, pío... – dijo el sirviente pájaro saltando.
Pomperiposa estaba cerca del lago acariciándose su gran nariz. Al girarse observó que el sirviente de los príncipes se acercaba con una gran espada y ella reaccionó rápidamente convirtiéndole en un pájaro.
• Ahora iréis a nadar patitos míos – dijo Pomperiposa. Y los condujo al lago con su gran bastón.
Los pájaros que observaron todo fueron a buscar a la cigüeña, que es el pájaro más inteligente de todos los pájaros porque cada invierno va a Egipto a estudiar los jeroglíficos de las pirámides para que los aconsejara.
• Entrad, entrad- dijo. Yo soy vuestra hada. Os haré unos dulces con mermelada. El príncipe Pepe y la princesa Pepa la creyeron aunque sentían algo de miedo.
• Mmmmm- dijo Pomperiposa mientras les miraba.
• No he comido patos hace mucho tiempo. – al acabar de decir esto la bruja convirtió a los dos príncipes en dos patos pequeños y blancos.
• Uiii- dijo la bruja – la nariz me ha vuelto a crecer.
Pomperiposa, que les observaba desde la ventana sacó su enorme nariz de la casa y les miró.
Al encontrarse la casa de Pomperiposa se sorprendieron al verla formada de chorizos, jamones y bombones.
Como iban por el mismo bosque de la malvada Pomperiposa, los pájaros, conocedores del peligro que corrían, dejaron sus cantos y empezaron a avisar a los niños para que no continuasen su camino. Pero ellos no hicieron caso, preferían pasar una aventura, el castillo era demasiado aburrido.