Entonces, vio que alguien dormía en la que tenía la manta de oro. Era Hlini, el hijo del rey, tan profundamente dormido que la muchacha no pudo despertarlo. Observó que en la cama había unas runas grabadas, pero ella no entendía aquellas inscripciones.
Signy, muerta de miedo, se escondió detrás de una
puerta que había a la entrada de la
cueva. En esas, sintió un ruido procedente del exterior y, acto seguido, vio entrar a dos mujeres trol.