Al multiplicarse los diversos Institutos culturales de alto nivel y gracias a su actividad muy apreciada, se establecieron gradualmente lazos cada vez más profundos entre la Iglesia y China con sus ricas tradiciones culturales.
La Iglesia pudo entonces vivir abiertamente y ejercer su acción misionera, desarrollándola también en el ámbito de la educación superior, universitaria y de la investigación científica.
En junio de 1840 el Comisario imperial de Guangdong, queriendo con razón suprimir el comercio del opio, que estaba en manos de los ingleses, había hecho arrojar al mar más de veinte mil cajas de esta droga. Este había sido el pretexto de la guerra inmediata, con victoria de los ingleses. Terminada la guerra, China debió firmar en 1842 el primer tratado internacional de los tiempos modernos, al que siguieron muy pronto otros con América y Francia. Aprovechando la ocasión, Francia sustituyó a Portugal... (ver texto completo)
Mientras tanto habían ocurrido, en el campo de la política, algunos episodios que tuvieron notables repercusiones en la vida de las misiones cristianas.
El año siguiente, el 18 y 19 de febrero de 1862, dieron su vida por Cristo otras 5 personas, conocidas como Mártires de Guizhou, a saber:
San Juan Pedro Néel, Sacerdote de las Misiones Exteriores de París,
San Martín Wu Xuesheng, catequista laico,
San Juan Zhang Tianshen, catequista laico,
San Juan Chen Xianheng, catequista laico, Santa Lucía Yi Zhenmei, catequista laica.
El 29 de julio de 1861 sufrieron el martirio simultáneamente dos seminaristas y dos laicos, de los cuales uno era cultivador y la otra una viuda que prestaba sus servicios como cocinera en el seminario. Se los conoce como Mártires de Qingyanzhen (Guizhou):
San José Zhang Wenlan, seminarista,
San Pablo Chen Changpin, seminarista,
San Juan Bautista Luo Tingying, laico, Santa Marta Wang-Luo Mande, laica.
El 28 de enero de 1858, por orden del mandarín de Mao Kou (en la provincia de Guizhou), fueron matados tres catequistas, conocidos como Mártires de Mao Kou:
San Jerónimo Lu Tingmei,
San Lorenzo Wang Bing, Santa Águeda Lin Zao.
Se pidió a los tres que renunciaran a la religión cristiana. Como su respuesta fuese negativa, fueron condenados a la decapitación.
Son de este período los siguientes mártires:
San Juan Gabriel Taurin Dufresse, M. E. P., Obispo, arrestado el 18 de mayo de 1815, conducido a Chengdu, condenado y ajusticiado el 14 de septiembre de 1815.
San Agustín Zhao Rong, Sacerdote diocesano chino que, siendo antes uno de los soldados que escoltaron a Mons. Dufresse desde Chengdu hasta Beijin, había quedado impresionado por la paciencia de éste y había pedido ser contado entre los neófitos: una vez bautizado, se le mandó al Seminario y ... (ver texto completo)
Este año (1815) se promulgaron otros dos Decretos, en los que se aprobaba la conducta del Virrey del Sichuan, que había hecho decapitar a Mons. Dufresse, de las Misiones Exteriores de París, y a muchos cristianos chinos. Siguió una persecución más exacerbada.
San José Tshang-Dapeng Siguió sus pasos en la fidelidad a Cristo el San José Tshang-Dapeng, laico catequista, comerciante, bautizado en el 1800, llegó a ser después el alma de la misión en la ciudad de Kony-Yang. Encarcelado, murió estrangulado el 12 de marzo de 1815.
En este período sufrió el martirio el San Pedro Wu, laico catequista, chino, nacido de familia pagana, recibió el bautismo en 1796 y pasó el resto de su vida anunciando la verdad de la religión cristiana. Todas las tentativas para hacerlo apostatar fueron vanas. Emitida contra él la sentencia de muerte, fue estrangulado el 7 de noviembre de 1814.
Mientras algunos Emperadores de los siglos precedentes habían autorizado el catolicismo, el Emperador Kia-Kin (1796-1821) publicó en cambio numerosos y severos decretos en contra. El primero se remonta al 1805; dos edictos del 1811 iban dirigidos contra aquellos de entre los chinos que hacían los estudios para recibir las órdenes sagradas y contra los sacerdotes que propagaban la religión cristiana. Un decreto del 1813 exoneraba de cualquier castigo a los apóstatas voluntarios, es decir, a los Cristianos ... (ver texto completo)
Una nueva fase de régimen de persecución en relación con la religión cristiana se desató posteriormente en el siglo XIX.
Hacia la mitad del siglo siguiente, el XVIII, otros cinco misioneros españoles, que habían ejercido su actividad entre los años 1715-1747, fueron también asesinados como resultado de una nueva ola de persecución iniciada en 1729 y con secuaces más encarnizados en 1746. Era la época de los emperadores Yung-Cheng y de su hijo K´ien-Lung.
San Pedro Sans i Iordà, O. P., Obispo, martirizado el 26 de mayo de 1747 en Fuzhou.
San Francisco Serrano, O. P., Sacerdote,
San Joaquín Royo, O. P. Sacerdote,
San ... (ver texto completo)
San Francisco Fernández de Capillas ha sido reconocido por la Santa Sede como Proto mártir de China.