El trabajo se ordena al amor
Un trabajo realizado por amor y con amor, es un trabajo que se ordena al amor: al crecimiento del amor en quien lo realiza, al crecimiento de la caridad, esencia de la santidad, esencia de la perfección humana y sobrenatural de un hijo de Dios. Un trabajo, por tanto, que nos santifica.
Santificarse en el trabajo no es otra cosa que dejarse santificar por el Espíritu
Santo, Amor subsistente intratrinitario que habita en nuestra alma en gracia, y nos infunde la caridad.
... (ver texto completo)