El pelo, liso y duro, debe presentarse en color blanco o blanco café con leche muy claro, admitiéndose manchas fuego o zonas amarillas anaranjadas. Su procedencia se remonta a los famosos perros blancos del rey de Francia Luis XIV, que recibieron aportes de sabuesos suizos de capa clara e incluso de algún Poitevin. Todavía se cuidan en Francia, su país de origen, jaurias homogéneas de este precioso auxiliar cinegético.