Protocolo de Montreal: reparar la capa de ozono y reducir el cambio climático
La capa de ozono es una frágil franja de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta.
La utilización durante años de ciertos productos químicos había dañado la capa, poniendo en peligro la existencia del ser humano y la del resto de seres vivos del planeta.
Pero un esfuerzo internacional conjunto, reflejado en la adopción del Protocolo de Montreal - uno de los acuerdos medioambientales de mayor éxito- puso remedio a una de las mayores amenazas a las que se había enfrentado la humanidad: el agotamiento de la capa de ozono. El Protocolo de Montreal permitió la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar al cambio climático. Esos esfuerzos han protegido asimismo la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.
Con este acuerdo, se demostró que el multilateralismo y la cooperación mundial efectiva funcionan. Ahora, la capa de ozono se recupera poco a poco, permitiendo que siga protegiendo a la humanidad de la radiación ultravioleta del sol.
Este año el Día del Ozono se celebra bajo el lema "Protocolo de Montreal: reparar la capa de ozono y reducir el cambio climático". Hoy celebramos sus logros en la recuperación de la capa de ozono y la reducción del cambio climático y, aún más detenidamente, destacamos la Enmienda de Kigali, que a través de la eliminación gradual de los hidrofluorocarbonos (HFC) y la mejora de la eficiencia en el sector de la refrigeración, proporcionará beneficios adicionales de mitigación climática.
La Secretaría del Ozono del PNUMA ha preparado un paquete de redes sociales en seis idiomas, que incluye tarjetas, vídeos y mensajes disponibles en este tablero de Trello.
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