- EL ALMANAQUE DEL HUMOR -
Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo
FRASES HECHAS
● Historias rocambolescas
Viene a cuento hablar de este tipo de historias para catalogar una serie de hechos o circunstancias que resultan extraordinarios, exagerados o inverosímiles. Su origen está en el personaje novelesco Rocambole, protagonista de una serie de novelas escritas por Ponson du Terrail entre los años 1859 y 1867. Las fascinantes e inverosímiles aventuras vividas por Rocambole contribuyeron a darle gran popularidad como la personificación del hombre cuya existencia se desenvuelve entre intrigas y peripecias difíciles de creer.
● Echarle a uno los perros
El origen de esta expresión es taurino. Antiguamente, cuando un toro de lidia se mostraba remiso en embestir o rehuía el capote, se sacaba al ruedo una jauría de perros que estaban adiestrados para hostigar al animal con ladridos y mordiscos. Si la res acosada no reaccionaba, finalmente era condenada a la puntilla. De este lance, que el público solía pedir al grito de " ¡perros! ¡perros!", proviene la expresión "echar los perros". Ésta se emplea como sinónimo del acto de acosar y hostigar a alguien para sacarle de su pasividad u omisión culpable. ... (ver texto completo)
Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo
FRASES HECHAS
● Historias rocambolescas
Viene a cuento hablar de este tipo de historias para catalogar una serie de hechos o circunstancias que resultan extraordinarios, exagerados o inverosímiles. Su origen está en el personaje novelesco Rocambole, protagonista de una serie de novelas escritas por Ponson du Terrail entre los años 1859 y 1867. Las fascinantes e inverosímiles aventuras vividas por Rocambole contribuyeron a darle gran popularidad como la personificación del hombre cuya existencia se desenvuelve entre intrigas y peripecias difíciles de creer.
● Echarle a uno los perros
El origen de esta expresión es taurino. Antiguamente, cuando un toro de lidia se mostraba remiso en embestir o rehuía el capote, se sacaba al ruedo una jauría de perros que estaban adiestrados para hostigar al animal con ladridos y mordiscos. Si la res acosada no reaccionaba, finalmente era condenada a la puntilla. De este lance, que el público solía pedir al grito de " ¡perros! ¡perros!", proviene la expresión "echar los perros". Ésta se emplea como sinónimo del acto de acosar y hostigar a alguien para sacarle de su pasividad u omisión culpable. ... (ver texto completo)