En cuanto a ella, ya hemos dicho que tiene una
iglesia en el Aventino –en cuya “confesión” del
altar mayor está ubicada la urna de madera con sus restos- y que debajo apareció una
casa romana. La leyenda dice que en ella se hospedó
San Pedro y se conserva una antigua
pila bautismal donde bautizaba –de hecho allá hay una pintura donde aparece bautizando a
Santa Prisca, la matrona romana, tenida por la mártir- pero sin ningún fundamento histórico.