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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Mesas

"Si vas a tierra donde los hombres usen albarda, póntela tú más ancha y larga"

El presente refrán no se contenta con aconsejarnos que hagamos lo que es costumbre hacer allí donde estemos, y que sigamos sus particularidades, sino que nos alienta a no ir a la zaga, todo lo contario, adelantarse en todo y sobresalir precisamente en aquello que es más particular.
Muy tarde andas hoy Milagros
Feliz noche y un buen descanso
Un besooooooooooooooooooo
Buenas noches Victoria. Sí, un poquito tarde, pero ¿qué le voy a hacer? Me faltaban poner los mensajes que se escribieron el 6 de febrero de 2006 y aquí me tienes. Poniéndolos, "como está mandao".
Buenas noches y hasta mañana. Un beso
"Con aguas claras, no crece el río"

Hay quien opina, y el presente refrán se hace eco de eso, que las riquezas no se consiguen con medios decentes sino más bien con asuntos turbios, como los ríos que crecen con las aguas turbias de las crecidas. Aun no siendo cierto en todos los casos, y sin pretender darle la razón en todo al refrán, cabría interpretarlo también como que con el ritmo tranquilo y pausado de las aguas claras no crece el río, al igual que uno no se hace rico con ese ritmo de trabajo ... (ver texto completo)
Muy tarde andas hoy Milagros
Feliz noche y un buen descanso
Un besooooooooooooooooooo
"Con aguas claras, no crece el río"

Hay quien opina, y el presente refrán se hace eco de eso, que las riquezas no se consiguen con medios decentes sino más bien con asuntos turbios, como los ríos que crecen con las aguas turbias de las crecidas. Aun no siendo cierto en todos los casos, y sin pretender darle la razón en todo al refrán, cabría interpretarlo también como que con el ritmo tranquilo y pausado de las aguas claras no crece el río, al igual que uno no se hace rico con ese ritmo de trabajo ... (ver texto completo)
"Hasta las campanas tiemblan cuando dan"

Siempre ha habido amigos de las riquezas, a quienes se les pega el dinero entre los dedos, y se muestran reacios a desprenderse de él. Lo raro es que reconozcan que tiemblan cuando dan porque les pesa en el alma. Esta actitud la justifican diciendo que eso es natural ya que hasta las campanas tiemblan cuando dan.
"Donde jueguen, juega; donde renieguen, reniega".

Este refrán se aplica a aquel que gusta de andar en grupo o pandilla con otro; si tal cosa se desea no hay más remedio que acomodarse a sus costumbres, aunque éstas sean tan poco laudables como el juego y el juramento; no hay otra alternativa: o se dejan esas amistades o se acomoda uno a sus hábitos.
"Donde veas a todos cojear, debes, a lo menos, renquear".

La imitación debe llegar a tal extremo, cuando se trata de convivir, que incluso los defectos deben ser imitados. si no en todo, al menos en parte, o, por lo menos, hacer que se imita. Y es que a todos nos gusta vivir con nuestros iguales y huir de quienes ostentan plumas diferentes, ya sean propias o prestadas.
"La mujer aténgase al huso y no al uso".

Esta sociedad machista, como dicen que vivimos, es amiga de dar consejos a la mujer en lo tocante a lo que se viene llamando "buenas costumbres" y se salta un poco a la torera el comportamiento de los hombres. Con todo y con eso, aconseja a la mujer el trabajo (no el hilar, ya en desuso) y no, como se suele, andar en acicalamientos y devaneos.
"La honra y el vidrio no tienen más que un golpecillo".

Las dos son frágiles y se rompen al menor golpe, no hace falta que éste sea muy grande, basta con uno pequeño. Hemos visto mil veces cómo una chinita ha roto un gran cristal y, no pocas veces también, cómo la honra sólida y bien asentada se desvanecía ante un simple rumor prodigado por ligeras lenguas poco escrupulosas.
"La fama es la verdad hinchada"
La fama no corresponde a una realidad, por regla general, no es más, como reza el refrán, que la verdad aumentada o hinchada. Por consiguiente, cuando la fama pregona de alguien tal o cual virtud, conviene, las más de las veces, ir restando poco a poco hasta que sólo quede la verdad.
"Cuando el mayor honra al menor, engañarle quiere".
La adulación es una de las más feas costumbres a las que nos tienen acostumbrados muchas personas, y el fin que se pretende con ello es sacar algún beneficio en provecho propio; por eso dice el refrán que las zalamerías u honras, que se hacen al más pequeño, o al más débil, señal son de que se busca sacar algún provecho para sí.
"Muchos besan manos que quisieran ver cortadas".
Manera de comportarse ciertos aduladores: delante del jefe o del superior, mucho "Si señor", "mande usted", pero luego, a sus espaldas, todo es muermurar, criticar, y si a mano viene, calumniar. Suele suceder que quienes más odio y rencor sienten por una persona, más se humillan ante ella y la adulan.
"Aunque el perro tiene cuatro patas, no puede andar a la vez por cuatro caminos".
No conviene vanagloriarse de aquello que no nos sirve para alcanzar mayor bien, más prosperidad, más ventaja o mayor comodidad. Si otros consiguen los mismos efectos con menos alardes ellos son más afortunados y dichosos aunque dispongan de menos medios.
"Cuando estés entre tontos, hazte el tonto".
No excederse en nada, ni aparentar más que los que nos rodean es una regla de oro que el presente refrán nos invita a seguir y guardar como oro en paño. Y no es porque uno deba ser tonto sino por no convenir que uno se distinga en una reunión de ciertas características. O sería mal visto, o sería criticado e incluso muy mal aceptado.
"En Roma, como en Roma".
Nuestro comportamiento, nuestros modales, nuestro atuendo y hasta nuestra generosidad debe acomodarse al lugar en que se esté. No se debe vestir en casa como en la calle, ni en la calle como en una fiesta de sociedad; no se puede ser igual entre amigos y parientes que entre desconocidos y extraños; ni entre iguales e inferiores como entre superiores y de alta alcurnia.