¡Buena crianza!
Mientras estaba formando cola para pagar en la fila del supermercado, vi que una anciana libraba una verdadera batalla para colocar sus
compras en una bolsa. Le ofrecí mi ayuda y charlamos mientras racomodaba sus compras. Cuando iba a ocupar de nuevo mi lugar en la fila, me cogió la mano entre las suyas y me dijo con una afectuosa sonrisa: "Mis
felicitaciones a tu señora madre, te dio una buena crianza".
Me quedé boquiabierta, y solo pude cerrarla después de darle las gracias.
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