...
El momento más memorable de su niñez fue cuando, a los trece años, se encontró algunos ejemplares de revistas como Amazing Stories (Historias asombrosas) y Astounding Sories (Historias Pasmosas). "Durante varios años coleccioné todos los números que pude", decía con nostalgia. "Estas revistas encendieron la imaginación de toda una generación de autores de novelas de ciencia-ficción".
El mismo empezó a escribir este género de narraciones para la revista de su escuela de Taunton. No pudiendo
... (ver texto completo)
...
Este grupo formó un organismo con el pomposo nombre de Sociedad Interplanetaria Británica. "Éramos unos doce, la mayoría de veinte a treinta años", recordaba Clarke con agrado. Aunque ninguno de aquellos entusiastas muchachos tenía realmente estudios científicos o técnicos, llegaron con el tiempo a proyectar y diseñar un vehículo espacial capaz de llevar tres hombres a la Luna y traerlos de vuelta. Nadie les hizo mucho caso, como no fuera para burlarse de ellos (No debería sorprendernos saber que aquel proyecto, entonces risible en apariencia, tenía una semejanza asombrosa con los vehículos que se usaron después en los vuelos espaciales.)
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Clarke pudo al fin matricularse en el Kings College, en Londres, y dos años más tarde se licenció con las más altas calificaciones en ciencias físicas y en matemática pura y aplicada...
... (ver texto completo)