¡Menudo reniego me echó mi madre, chavala! Ella que me había comprado la combinación con tanta ilusión por lo bien que me quedaba y lo rebonica que era. ¡De color fucsia nada menos, y la puntilla blanca, fíjate tú...!
Sí chica, ya he vuelto del pueblo... ¡Esto sí que ha sido como la visita del médico! No obstante, he tenido tiempo de ver a Joaquín y Clemencio, dos de los quintos del 49. También he visto a mi primo Julián (Poda), que me dijo que, aunque él no sea quinto, ni venga a la comida, sí
... (ver texto completo)
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También vimos a Eufra7 Teodoro y Mari, un día que subían de la
piscina y mi hermana y yo estábamos en la
terraza del
bar tomándonos una Coco-Cola. Por el
pueblo, la verdad es que se está muy fresquito y muy tranquilo; los
girasoles verdean en los
campos, y las cebadas ya están casi todas recogidas, así que los campos están pintados de
color tierra, dorados y verdes; todos cubiertos, como diría el poeta, por un
manto azul moteado de blanco durante el día, y negro estrellado durante la
noche...