Luz ahora: 0,12957 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Serie flores del verano
Foto enviada por Gabriel

Y se irguió aún con mayor arrogancia que antes; y los chambelanes continuaron portando la inexistente cola.
-Hay que seguir en la procesión hasta el final.
Aquello inquietó al Emperador, porque pensaba que el pueblo tenía razón; pero se dijo:
- ¡No lleva traje! -gritó, al fin, todo el pueblo.
- ¡Pero si no lleva nada puesto! ¡Es un niño el que dice que no lleva nada puesto!
- ¡Dios mio, escuchad la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo empezó a cuchichear sobre lo que acababa de decir el pequeño.
- ¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.
- ¡Qué precioso es el nuevo traje del Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué bien le sienta! -nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que no veían nada, porque eso hubiera significado que eran indignos de su cargo o que eran tontos de remate. Ningún traje del Emperador había tenido tanto éxito como aquél.
Y de este modo marchó el Emperador en la procesión bajo el espléndido palio, mientras que todas las gentes, en la calle y en las ventanas, decían:
Los chambelanes encargados de llevar la cola bajaron las manos al suelo como para levantarla, y siguieron con las manos en alto como si estuvieran sosteniendo algo en el aire; por nada del mundo hubieran confesado que no veían nada.
- ¡Sí, estoy preparado! -dijo el Emperador-. ¿Verdad que me sienta bien? -y de nuevo se miró al espejo, haciendo como si estuviera contemplando sus vestidos.
-El palio para la procesión os espera ya en la calle, Majestad -anunció el maestro de ceremonias.
- ¡Dios, y qué bien le sienta, le va estupendamente! -exclamaron todos-. ¡Qué dibujos! ¡Qué colores! ¡Es un traje precioso!
- ¿Quiere dignarse Vuestra Majestad a quitarse el traje que lleva -dijeron los dos bribones-, para que podamos probarle los nuevos vestidos ante el gran espejo?
- ¡En efecto! -asintieron todos los cortesanos, sin ver nada, porque no había nada.