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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Cañones del Río Júcar, 60
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

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Para algunos, y éstos puede que sean no pocos, el refrán no es nada más que un mero "flatus vocis" popular, lo que podríamos llamar la voz del pueblo, una manera peculiar de expresarse entre cazurra y origunal, sin más gracia ni valor que el valor folclórico, reflejo de unas costumbres ancestrales y de un modo de vivir en decadencia si no se le quiere considerar como perdido, objeto sólo de anticuarios, arqueólogos y comerciantes de viejo y nada más.
Y no es así. El refrán es algo más que la ... (ver texto completo)
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El pensamiento que encierra el refrán, la sabiduría que encarna, el conocimiento del corazón humano que supone y la experiencia que rezuma le hacen ser algo más que una pura forma literaria de estructura formal referida tan sólo al valor sintáctico y gramatical. En primer lugar, es el reflejo de una cultura popular cuyos valores son más apreciados cada día, por más orgullosos que nos sintamos hoy del televisor o por más pagados que estemos del coche o de las máquinas digitales...
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Pero de todos modos, cuando el equilibrio sensato de una conversación abre el postigo a los refranes en cuentagotas y no a raudales, ni en manadas, ni porque sí, el refrán tiene todavía hoy -y puede que hoy más que nunca por la insustancialidad de tanta conversación inocua y sin sentido- un valor muy importante en el orden de las ideas y no menor en el del lenguaje, un valor que agradecerá, sin duda, tanto el que escucha, como el que habla, por el enriquecimiento y el adorno de la conversación ... (ver texto completo)
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Para algunos, y éstos puede que sean no pocos, el refrán no es nada más que un mero "flatus vocis" popular, lo que podríamos llamar la voz del pueblo, una manera peculiar de expresarse entre cazurra y origunal, sin más gracia ni valor que el valor folclórico, reflejo de unas costumbres ancestrales y de un modo de vivir en decadencia si no se le quiere considerar como perdido, objeto sólo de anticuarios, arqueólogos y comerciantes de viejo y nada más.
Y no es así. El refrán es algo más que la ... (ver texto completo)
"A buen hambre no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno"

Alude a que cuando una necesidad apremia no se repara en delicadezas.
"No hay firma de general que iguale al sello real".
Indica que por encima de las autoridades intermedias está la categoría suprema y que cuando ésta manda, sobran las otras o son totalmente ineficaces.
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En la voz exquisita, fina, bien cuidad, en la pausada bronca voz del hombre culto y ciudadano -manos hechas al volante, ojos cansados de televisión, rostro recien afeitado, hombre apático, malhumorado y con prisas-, el refrán es como el signo quinielístico de 1, X, 2, que se coloca donde mejor le cuadra a uno, o porque sí, o por intuición. Entonces, probablemente, el refrán no tenga la misma fuerza, ni tenga la misma razón de ser, ni sea la consecuencia o conclusión de una disertación bien hecha, ... (ver texto completo)
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Pero de todos modos, cuando el equilibrio sensato de una conversación abre el postigo a los refranes en cuentagotas y no a raudales, ni en manadas, ni porque sí, el refrán tiene todavía hoy -y puede que hoy más que nunca por la insustancialidad de tanta conversación inocua y sin sentido- un valor muy importante en el orden de las ideas y no menor en el del lenguaje, un valor que agradecerá, sin duda, tanto el que escucha, como el que habla, por el enriquecimiento y el adorno de la conversación ... (ver texto completo)
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Y si nacieron así los refranes, a más de haberse criado en los escritos de algún autor que quiso adoptar unos, y procrear otros, es así, de boca en boca, como se desperdigaron por el campo y la ciudad hasta nuestros días, llevados de acá para allá co mo moneda que pasa de mano en mano...
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En la voz exquisita, fina, bien cuidad, en la pausada bronca voz del hombre culto y ciudadano -manos hechas al volante, ojos cansados de televisión, rostro recien afeitado, hombre apático, malhumorado y con prisas-, el refrán es como el signo quinielístico de 1, X, 2, que se coloca donde mejor le cuadra a uno, o porque sí, o por intuición. Entonces, probablemente, el refrán no tenga la misma fuerza, ni tenga la misma razón de ser, ni sea la consecuencia o conclusión de una disertación bien hecha, ... (ver texto completo)
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Puede que los refranes naciesen a la sombra de la acacia en la plaza mayor donde parlamentan los ancianos -cayado sin mando en temblorosa mano y mucha vida a las espaldas-; nacerían de las chácharas insustanciales de los jóvenes enamorados y viejas alcahuetas en la cocina, cosiendo en la plaza, esperando en la fuente pública; y luego se recogería todo lo mejor y más sobresaliente, lo más acertado, lo más rimado, lo más chocante, en las veladas nocturnas al calor del fuego, en las largas noches ... (ver texto completo)
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Y si nacieron así los refranes, a más de haberse criado en los escritos de algún autor que quiso adoptar unos, y procrear otros, es así, de boca en boca, como se desperdigaron por el campo y la ciudad hasta nuestros días, llevados de acá para allá co mo moneda que pasa de mano en mano...
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Desde luego, y por encima de todo, es el legado cultural más auténtico, más propio y más vivido, junto a las danzas y a las canciones populares.

El hombre de pueblo se ha criado entre cabras y refranes, como la mujer entre ollas y locuciones, frases hechas y versos cojos de sílabas mal contadas, y puede que de unos y de otros nacieran los refranes y aquellos, sin pregón ni propaganda, los fueran sembrando y traspasando de pueblo en pueblo, de generación en generación. Nacerían de las discusiones ... (ver texto completo)
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Puede que los refranes naciesen a la sombra de la acacia en la plaza mayor donde parlamentan los ancianos -cayado sin mando en temblorosa mano y mucha vida a las espaldas-; nacerían de las chácharas insustanciales de los jóvenes enamorados y viejas alcahuetas en la cocina, cosiendo en la plaza, esperando en la fuente pública; y luego se recogería todo lo mejor y más sobresaliente, lo más acertado, lo más rimado, lo más chocante, en las veladas nocturnas al calor del fuego, en las largas noches ... (ver texto completo)
"Ni hables como doliente, ni vivas entre vil gente"
Consejo de clara significación. Respecto a lo primero porque en vez de compadecerte, te expones a que te menosprecien; y en lo segundo, porque acabarás siendo uno de ellos.

Igualmente Eufra, feliz fin de semana.
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Quiero decir que lo saca a colación de su discurso o su disputa no por ordenamiento legal alguno sino por un imperativo interior de convencimiento, que es como una obligación impuesta y aceptada; y también por costumbre, por hábito, por tradición y, desde luego, por espontaneidad: porque le brota fresco como el agua de manatial. Porque ¿qué otra cosa es el refrán en la boca de estos hombres simples e iletrados sino legado ancestral, manera expresiva y consustancial de sus coloquios, ciencia, ... (ver texto completo)
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Desde luego, y por encima de todo, es el legado cultural más auténtico, más propio y más vivido, junto a las danzas y a las canciones populares.

El hombre de pueblo se ha criado entre cabras y refranes, como la mujer entre ollas y locuciones, frases hechas y versos cojos de sílabas mal contadas, y puede que de unos y de otros nacieran los refranes y aquellos, sin pregón ni propaganda, los fueran sembrando y traspasando de pueblo en pueblo, de generación en generación. Nacerían de las discusiones ... (ver texto completo)
"No hay feria mala: lo que uno pierde el otro gana"
Indica que no debemos juzgar las cosas por como nos van a nosotros. En esto de juzgar, conviene ser objetivos.
"En la vos apastorada del hombre campesino -antes, tapabocas y zurrón al hombro, andar cansino, socarrón, astuto y desconfiado a partes iguales-, en quien el habla es candenciosa como la caída de muchas aguas y el pensamiento sutil e ingenuo, como el de los filósofos antiguos que discutían temas transcendentales a la sombra de los pórticos o a la vera de los caminos, el refrán es conversacionalmente ley y costumbre, hábito y espontaneidad...
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Quiero decir que lo saca a colación de su discurso o su disputa no por ordenamiento legal alguno sino por un imperativo interior de convencimiento, que es como una obligación impuesta y aceptada; y también por costumbre, por hábito, por tradición y, desde luego, por espontaneidad: porque le brota fresco como el agua de manatial. Porque ¿qué otra cosa es el refrán en la boca de estos hombres simples e iletrados sino legado ancestral, manera expresiva y consustancial de sus coloquios, ciencia, ... (ver texto completo)
"En la vos apastorada del hombre campesino -antes, tapabocas y zurrón al hombro, andar cansino, socarrón, astuto y desconfiado a partes iguales-, en quien el habla es candenciosa como la caída de muchas aguas y el pensamiento sutil e ingenuo, como el de los filósofos antiguos que discutían temas transcendentales a la sombra de los pórticos o a la vera de los caminos, el refrán es conversacionalmente ley y costumbre, hábito y espontaneidad...
" ¡Valiente puñado son tres moscas!"
Se burla de aquello que parece constituir una gran cantidad cuando, en realidad, no es o no vale nada.
"No hay esclavo que no venga de rey, ni rey que no venga de esclavo"
Se dice en contra de aquellos que se vanaglorian de su familia de origen, motivo muy pequeño para enorgullecerse, pues si seguimos buscando en los antepasados puede que lleguemos al mismo origen.