LA PERSONALIDAD es como una cebolla: se monda capa tras capa, y cuando se retira la última membrana no queda nada. Nuestra esencia radica en las capas de amor u odio, rectitud o inmoralidad de nuestro diario proceder, de los hábitos que formamos y de los que estamos formados. ¡Lástima que a menudo tardemos toda una vida en aprender esto!
Con las amigas de antes, en aquellos años, lo máximo que podíamos tomar entonces, era un gaseosa de cinco reales, y si se trataba de La Fiesta, también teníamos opción de tomarnos un helado recién acabado de hacer. Ahora, puedo tomar mis amigas catalanas, como acabo de hacer hace sólo unos minutos, una milhoja, pastas variadas y un café descafeinado con leche; podríamos haber tomado "unos chupitos", pero a estas horas, y con estas edades, creo que lo primero nos sentará mejor.
Con estas dos de ... (ver texto completo)
Con estas dos de ... (ver texto completo)