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El cuadro de Chantron encierra un símbolo alatamente poético; es el grito triunfante, avasallador, de la vida que renace, de la Primavera que vuelve cargada de simientes y de frutos bajo la bienhechora sonrisa del Padre Sol...
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La Cigarrera enamorada de la Naturaleza pasa su vida entonando el himno soñoliento y de enervante pereza...
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El cuerpo esbelto de "la Cigarra", de una esbeltez perfecta, que sin descender a los límites ridículos de la delgadez, no rebasa los lindes prosáicos de la gordura, nuncio amedrentador de las bellezas decadentes; y su brazo izquierdo levantado, agitando un artístico ramo de pintadas flores silvestres que cogió en el valle...
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El cuadro de Chantron encierra un símbolo alatamente poético; es el grito triunfante, avasallador, de la vida que renace, de la Primavera que vuelve cargada de simientes y de frutos bajo la bienhechora sonrisa del Padre Sol...
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Los lienzos se distinguen por la sencillez de la composición y por la sobria exactitud del colorido. Bajo un cielo azul y sobre un fondo en el cual los tonos verde esmeralda y verde oscuro del campo, salpicado de florecillas amarillas y rojas, están sabiamente combinados, aparece una mujer, "La CIgarra", con su laúd terciado a la espalda, su abundante cabellera suelta a merced del viento acariciador, sus carnes blancas, ligeramente sonrosadas, como amasadas con leche y carmín...
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El cuerpo esbelto de "la Cigarra", de una esbeltez perfecta, que sin descender a los límites ridículos de la delgadez, no rebasa los lindes prosáicos de la gordura, nuncio amedrentador de las bellezas decadentes; y su brazo izquierdo levantado, agitando un artístico ramo de pintadas flores silvestres que cogió en el valle...
BELLAS ARTES. LA CIGARRA.-Cuadro de A. Chantron.
Las modelos de Chantron, son, salvo contadas excepciones, mujeres en torno a las cuales vibra y palpita un vaho inexplicable de juventud, alegre y sana, que no habla a los sentidos, cual si en la doncella codiciable que despierta, persistiese aún la niña ingenua que respetamos...
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Los lienzos se distinguen por la sencillez de la composición y por la sobria exactitud del colorido. Bajo un cielo azul y sobre un fondo en el cual los tonos verde esmeralda y verde oscuro del campo, salpicado de florecillas amarillas y rojas, están sabiamente combinados, aparece una mujer, "La CIgarra", con su laúd terciado a la espalda, su abundante cabellera suelta a merced del viento acariciador, sus carnes blancas, ligeramente sonrosadas, como amasadas con leche y carmín...
BELLAS ARTES. LA CIGARRA.-Cuadro de A. Chantron.
Las modelos de Chantron, son, salvo contadas excepciones, mujeres en torno a las cuales vibra y palpita un vaho inexplicable de juventud, alegre y sana, que no habla a los sentidos, cual si en la doncella codiciable que despierta, persistiese aún la niña ingenua que respetamos...
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A Biblis se le ve una mujer cansada, rendida, desesperada, una tristísima mártir que llegó al terrible instante en que sus pies no pueden sostenerla y tiene que caer pesadamente al suelo, como masa inerte, gritando con desconsuelo profundo, con angustia suprema: - ¡No puedo más!...
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Chartron estuvo acertado en la elección del asunto. Tomando a Biblis en otra situación no habría sacado la cuarta parte del partido que saca en su admirable cuadro.
Esto, por lo menos, es lo que decían los críticos en los primeros años del siglo XX.
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El brazo derecho negligentemente extendido, de donde mana la cristalina fuente que refleja con precisión de luna veneciana la entreabierta y delicada mano, Biblis está representada por el genial Chantron del modo más gráfico, suave y conmovedor que imaginarse puede...
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A Biblis se le ve una mujer cansada, rendida, desesperada, una tristísima mártir que llegó al terrible instante en que sus pies no pueden sostenerla y tiene que caer pesadamente al suelo, como masa inerte, gritando con desconsuelo profundo, con angustia suprema: - ¡No puedo más!...
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Esta es la historia que inspiró a Chantron su admirable cuadro "Biblis".
Con la cabellera desgreñada, la mano izquierda sobre los ojos, mano que aun conserva señales de la crispación trágica del deseo anhelado y no satisfecho: el doloroso descuido de su cuerpo; la expresión angustiosa de sus labios que parecen entreabrirse para exhalar un suspiro de profunda desesperación...
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El brazo derecho negligentemente extendido, de donde mana la cristalina fuente que refleja con precisión de luna veneciana la entreabierta y delicada mano, Biblis está representada por el genial Chantron del modo más gráfico, suave y conmovedor que imaginarse puede...
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El horroroso sufrimiento de la hermosa hija de Mileto hubiera continuado eternamente, pero un día cayó rendida, y las Náyades, compadecidas de ella, la convirtieron en fresca y cristalina fuente, para que cesara su tormento...
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Esta es la historia que inspiró a Chantron su admirable cuadro "Biblis".
Con la cabellera desgreñada, la mano izquierda sobre los ojos, mano que aun conserva señales de la crispación trágica del deseo anhelado y no satisfecho: el doloroso descuido de su cuerpo; la expresión angustiosa de sus labios que parecen entreabrirse para exhalar un suspiro de profunda desesperación...
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Esta penosa y horrible peregrinación de la desventurada Biblis, es una de las más grandes tragedias de que nos habla la Mitología...
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El horroroso sufrimiento de la hermosa hija de Mileto hubiera continuado eternamente, pero un día cayó rendida, y las Náyades, compadecidas de ella, la convirtieron en fresca y cristalina fuente, para que cesara su tormento...
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Biblis corría ansiosa y locamente en persecución de su hermano, objeto de su pasión; la vehemencia de la amorosa llama la empuja con irresistible violencia, arrastrándola, hasta el punto que le hace superar con energía todos los obstáculos que le oponía el pudor, y seguía a Cauno constantemente en su fuga, sin poderle alcanzar nunca...
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Esta penosa y horrible peregrinación de la desventurada Biblis, es una de las más grandes tragedias de que nos habla la Mitología...
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Hasta los que son incapaces de sentir algún afecto grande, guardan por más tiempo y aman con más vehemencia lo que está a gran distancia de ellos, lo que han deseado con toda su voluntad sin haber tenido la suerte de alcanzarlo...
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Biblis corría ansiosa y locamente en persecución de su hermano, objeto de su pasión; la vehemencia de la amorosa llama la empuja con irresistible violencia, arrastrándola, hasta el punto que le hace superar con energía todos los obstáculos que le oponía el pudor, y seguía a Cauno constantemente en su fuga, sin poderle alcanzar nunca...
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Esta medida, admirable cuando se trata de huir de un enemigo, es precisamente la menos adecuada para calmar los abrasadores deseos de un ciego de amor. La ausencia, que mata los amores ligeros con el olvido, es furioso incentivo para las grandes pasiones no saciadas...
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Hasta los que son incapaces de sentir algún afecto grande, guardan por más tiempo y aman con más vehemencia lo que está a gran distancia de ellos, lo que han deseado con toda su voluntad sin haber tenido la suerte de alcanzarlo...
BIBLIS.
Biblis, la hermosa hija de Mileto, enamorada locamente de su hermano Cauno, no tuvo fuerza para poder resistir su incestuosa pasión.
Cauno, al enterarse de la desgracia de su hermana, se horrorizó, y queriendo librar a la triste joven del suplicio de Tántalo a que se veía abligada y temeroso de tener un momento de debilidad, se desterró voluntariamente de su patria...
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Esta medida, admirable cuando se trata de huir de un enemigo, es precisamente la menos adecuada para calmar los abrasadores deseos de un ciego de amor. La ausencia, que mata los amores ligeros con el olvido, es furioso incentivo para las grandes pasiones no saciadas...
BIBLIS.
Biblis, la hermosa hija de Mileto, enamorada locamente de su hermano Cauno, no tuvo fuerza para poder resistir su incestuosa pasión.
Cauno, al enterarse de la desgracia de su hermana, se horrorizó, y queriendo librar a la triste joven del suplicio de Tántalo a que se veía abligada y temeroso de tener un momento de debilidad, se desterró voluntariamente de su patria...
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