Unas bellas y simpáticas jóvenes
amiga Milagros, las que me nombras en la
foto en cuestión, y que seguro siguen tan hermosas como antaño.
Pues por que tu me lo dices y yo te creo Milagros, sino ya me veía dejando el lápiz de las rimas aparcado.
Si algún día mi malestar son ardores, descuida amiga Milagros que, el Eneldo, un par de cucharadas, será por mi tomado como infusión y solucionado el "retorcijón".
Menuda
fiesta os montasteis entonces Milagros, pues el Sergiete es aparente para ello
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