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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Culebra
Foto enviada por Gabriel

"PITONES REALES
Cientos de serpientes habitaban una casa en California
GACETA. ES
El olor procedente de la vivienda alertó a los vecinos, que llamaron a la Policía. Sin embargo, los agentes desconocían cuál era el escenario que se iban a encontrar.

Un intenso olor procedente de una de las viviendas del barrio alertó a los vecinos, que decidieron acudir a la Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar indicado descubrieron una sorpresa nada grata: decenas de cajas repletas de serpientes, muchas ... (ver texto completo)
...
Los animales resultaron ser pitones reales, un tipo de serpiente muy codiciada entre los coleccionistas, principalmente por su aspecto. El dueño, profesor de una escuela primaria era conocido en los sitios de Internet especializados como criador de pitones.
Finalmente, el 'acumulador' de pitones fue arrestado con cargos por actos de crueldad contra los animales, mientras que las 'mascotas' supervivientes fueron llevadas a un hogar de acogida de animales y se les buscará un hogar cuando estén ... (ver texto completo)
"PITONES REALES
Cientos de serpientes habitaban una casa en California
GACETA. ES
El olor procedente de la vivienda alertó a los vecinos, que llamaron a la Policía. Sin embargo, los agentes desconocían cuál era el escenario que se iban a encontrar.

Un intenso olor procedente de una de las viviendas del barrio alertó a los vecinos, que decidieron acudir a la Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar indicado descubrieron una sorpresa nada grata: decenas de cajas repletas de serpientes, muchas ... (ver texto completo)
GOOGLE.

"SCIVIAS: "Conoce los caminos"

Estructura y resumen del libro

El libro está compuesto por 26 visiones, cada una de las cuales se describe minuciosamente antes de explicarla.
Las visiones están agrupadas en tres partes, cada una de las cuales contiene respectivamente, seis, siete y trece visiones.

La primera parte trata del Creador, la creación y de las relaciones entre Dios, el cosmos y el hombre. Comienza con el conocimiento de Dios, la visión del Señor sobre el Monte Santo ... (ver texto completo)
...
PRIMERA PARTE

Primera visión: Visión del Señor sobre el monte santo.
Segunda visión: El destierro del Paraíso.
Tercera visión: El universo.
Cuarta visión: El hombre en su tabernáculo.
Quinta visión: La Sinagoga.
Sexta visión: Los coros de los Ángeles...
GOOGLE.

"SCIVIAS: "Conoce los caminos"

Estructura y resumen del libro

El libro está compuesto por 26 visiones, cada una de las cuales se describe minuciosamente antes de explicarla.
Las visiones están agrupadas en tres partes, cada una de las cuales contiene respectivamente, seis, siete y trece visiones.

La primera parte trata del Creador, la creación y de las relaciones entre Dios, el cosmos y el hombre. Comienza con el conocimiento de Dios, la visión del Señor sobre el Monte Santo ... (ver texto completo)
Scivias. (Santa Hildegarda)

"Ardid diabólico de la serpiente que engañó al primer hombre.

Entonces del lago brotó, extendiéndose, una tenebrosa nube que rozó una figura quimérica, como de vena: desde los abismos de la perdición, la falsedad diabólica hizo emerger una serpiente que, llenas sus entrañas con la funesta ponzoña de la intención engañosa, irrumpió para asechar a los hombres. ¿Cómo? Cuando el Demonio vio al hombre en el Paraíso, gritó con gran espanto, diciendo: « ¿Quién se pasea ... (ver texto completo)
Scivias. (Santa Hildegaria)

"7. Cómo reprimir la ira, el odio y la soberbia

Cuando la ira quiera incendiar mi tabernáculo, miraré la bondad del Señor, al que jamás alcanzó la ira; seré, entonces, más suave que la brisa que rocía los eriales con su frescor; y el júbilo del espíritu me colmará cuando las virtudes empiecen a mostrar en mi corazón su lozanía. Así es como siento la bondad del Señor.
Pero cuando el odio intente entenebrecerme, contemplaré la misericordia y el martirio del Hijo de ... (ver texto completo)
Scivias. (Santa Hildegarda)

"Ardid diabólico de la serpiente que engañó al primer hombre.

Entonces del lago brotó, extendiéndose, una tenebrosa nube que rozó una figura quimérica, como de vena: desde los abismos de la perdición, la falsedad diabólica hizo emerger una serpiente que, llenas sus entrañas con la funesta ponzoña de la intención engañosa, irrumpió para asechar a los hombres. ¿Cómo? Cuando el Demonio vio al hombre en el Paraíso, gritó con gran espanto, diciendo: « ¿Quién se pasea ... (ver texto completo)
Las serpientes son absolutamente sordas. La cobra no baila por la música. Lo que ocurre simplemente es que está siempre alerta contra el peligro, y sigue segundo a segundo los movimientos del instrumento (flauta), temiendo un ataque.
Si la muerte tiene alguna lección que darnos, es que por ella el amor se in tensifica.
No es cuestión de quién ha de tirar la primera piedra, sino de quién comenzará a edificar con ella.
...
Finalmente llegaron al lugar donde había quedado tendido el cable telegráfico. Era una cuerda tendida en el fondo del mar, desde Europa a América, sobre bancos de arena y fango marino, rocas y selvas enteras de coral. Allí cambiaba la corriente, se formaban remolinos y había un hervidero de peces, en bancos más numerosos que las innúmeras bandadas de aves que los hombres ven desfilar en la época de la migración. Todo es bullir, chapotear, zumbar y rumorear. Algo de este ruido queda en las grandes ... (ver texto completo)
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El cable telegráfico seguía inmóvil en su sitio, y, sin embargo, habían en él vida y pensamientos; los pensamientos humanos circulaban a su través.

-Este objeto lleva mala intención -dijo el ballenato-. Es capaz de pegarme en el estómago, que es mi punto sensible.

-Vamos a explorarlo -propuso el pólipo-. Yo tengo largos brazos y dedos flexibles; ya lo he tocado, y voy a cogerlo un poco más fuerte.

Y alargó los más largos de sus elásticos dedos para sujetar el cable.

-No tiene escamas -dijo- ni piel. Me parece que no dará crías vivas.

La anguila se tendió junto al cable, estirándose cuanto pudo.

- ¡Pues es más largo que yo! -dijo-. Pero no se trata sólo de la longitud. Hay que tener piel, cuerpo y agilidad.

El ballenato, joven y fuerte, descendió a mayor profundidad de la que jamás alcanzara.

- ¿Eres pez o planta? -preguntó-. ¿O serás solamente una de esas obras de allá arriba, que no pueden medrar entre nosotros?

Mas el cable no respondió; no lo hace nunca en aquel punto. Los pensamientos pasaban de largo; en un segundo recorrían centenares de millas, de uno a otro país.

- ¿Quieres contestar, o prefieres que te partamos a mordiscos? -preguntó el fiero tiburón, al que hicieron coro los demás peces... ... (ver texto completo)
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Al poco rato se interpuso en su camino algo enorme, un verdadero monstruo, mayor que todos ellos juntos. Parecía una isla flotante que no pudiera mantenerse a flor de agua. Era una ballena matusalénica; tenía la cabeza invadida de plantas marinas, y el lomo tan cubierto de animales reptadores, ostras y moluscos, que toda su negra piel parecía moteada de blanco.

-Vente con nosotros, vieja -le dijeron-. Ha aparecido un nuevo pez que no podemos tolerar.

-Prefiero seguir echada -contestó la ... (ver texto completo)
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Finalmente llegaron al lugar donde había quedado tendido el cable telegráfico. Era una cuerda tendida en el fondo del mar, desde Europa a América, sobre bancos de arena y fango marino, rocas y selvas enteras de coral. Allí cambiaba la corriente, se formaban remolinos y había un hervidero de peces, en bancos más numerosos que las innúmeras bandadas de aves que los hombres ven desfilar en la época de la migración. Todo es bullir, chapotear, zumbar y rumorear. Algo de este ruido queda en las grandes ... (ver texto completo)
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- ¡No me tragues! –le rogó el pececillo-. Soy tan pequeño, que no tienes ni para un diente, y me siento muy a gusto en la vida.

- ¿Qué buscas aquí abajo, dónde no vienen los de tu especie? le preguntó el ballenato.

Y el pez le contó lo de la anguila maravillosa o lo que fuera, que se había sumergido desde la superficie, asustando incluso a los más valientes del mar.

- ¡Oh, oh! -exclamó la ballena, tragando tanta agua, que hubo de disparar un chorro enorme para remontarse a respirar-. ... (ver texto completo)
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Al poco rato se interpuso en su camino algo enorme, un verdadero monstruo, mayor que todos ellos juntos. Parecía una isla flotante que no pudiera mantenerse a flor de agua. Era una ballena matusalénica; tenía la cabeza invadida de plantas marinas, y el lomo tan cubierto de animales reptadores, ostras y moluscos, que toda su negra piel parecía moteada de blanco.

-Vente con nosotros, vieja -le dijeron-. Ha aparecido un nuevo pez que no podemos tolerar.

-Prefiero seguir echada -contestó la ... (ver texto completo)
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-Está algo delgada -dijeron los pececillos.

-La han matado de hambre -respondió la foca-, pero se repondrá pronto y recobrará su antigua gordura y corpulencia. Supongo que es la gran serpiente de mar, que tanto temen los hombres y de la que tanto hablan. Yo no la había visto nunca, ni creía en ella; ahora pienso que es ésta.

Y así diciendo, se zambulló.

- ¡Lo que sabe ésa! ¡Y cómo se explica! -dijeron los peces-. Nunca supimos nosotros tantas cosas. ¡Con tal que no sean mentiras!

-Vámonos ... (ver texto completo)
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- ¡No me tragues! –le rogó el pececillo-. Soy tan pequeño, que no tienes ni para un diente, y me siento muy a gusto en la vida.

- ¿Qué buscas aquí abajo, dónde no vienen los de tu especie? le preguntó el ballenato.

Y el pez le contó lo de la anguila maravillosa o lo que fuera, que se había sumergido desde la superficie, asustando incluso a los más valientes del mar.

- ¡Oh, oh! -exclamó la ballena, tragando tanta agua, que hubo de disparar un chorro enorme para remontarse a respirar-. ... (ver texto completo)
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Se dirigieron entonces a la foca, que en aquel preciso momento se sumergía. Ésta fue más cortés, a pesar de que se come los peces pequeños; pero aquel día estaba harta. Sabía algo más que el saltarín.

-Me he pasado varias noches echada sobre una piedra húmeda, desde donde veía la tierra hasta una distanciada varias millas. Allí hay unos seres muy taimados que en su lengua se llaman hombres. Andan siempre detrás de nosotros pero generalmente nos escapamos de sus manos. Eso es lo que yo he ... (ver texto completo)
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-Está algo delgada -dijeron los pececillos.

-La han matado de hambre -respondió la foca-, pero se repondrá pronto y recobrará su antigua gordura y corpulencia. Supongo que es la gran serpiente de mar, que tanto temen los hombres y de la que tanto hablan. Yo no la había visto nunca, ni creía en ella; ahora pienso que es ésta.

Y así diciendo, se zambulló.

- ¡Lo que sabe ésa! ¡Y cómo se explica! -dijeron los peces-. Nunca supimos nosotros tantas cosas. ¡Con tal que no sean mentiras!

-Vámonos ... (ver texto completo)
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Con todo aquel espanto y barullo, los mil ochocientos hermanos se dispersaron y ya no volvieron a encontrarse nunca; en todo caso, no se reconocieron. Sólo media docena se quedó en un mismo lugar, y, al cabo de unas horas de estarse quietecitos, pasado ya el primer susto, empezaron a sentir el cosquilleo de la curiosidad.
Miraron a su alrededor, arriba y abajo, y en las honduras creyeron entrever el horrible monstruo, espanto de grandes y chicos. La cosa estaba tendida sobre el suelo del mar, ... (ver texto completo)
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Se dirigieron entonces a la foca, que en aquel preciso momento se sumergía. Ésta fue más cortés, a pesar de que se come los peces pequeños; pero aquel día estaba harta. Sabía algo más que el saltarín.

-Me he pasado varias noches echada sobre una piedra húmeda, desde donde veía la tierra hasta una distanciada varias millas. Allí hay unos seres muy taimados que en su lengua se llaman hombres. Andan siempre detrás de nosotros pero generalmente nos escapamos de sus manos. Eso es lo que yo he ... (ver texto completo)