nerviosamente con periódicos. — ¡Uf! —exclamó el hombre, ¡y se quitó el chaleco!
El Viento estaba indignado. —Tramposo —le murmuró al Sol, alejándose muy enfadado— ¡El hombre siempre te ha preferido a ti!
El Viento estaba indignado. —Tramposo —le murmuró al Sol, alejándose muy enfadado— ¡El hombre siempre te ha preferido a ti!