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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Vista desde la puentecilla

A esas alturas, la mujer estaba convencida de que las hadas le habían tomado cariño a ella y a su familia, y decidió pedirle un favor en cuanto se presentara la ocasión.

Ni aunque lo hubiera planeado habría salido mejor, Esa misma noche, la piedra del fogón se levantó de nuevo y se oyó una voz que decía:
– Frótale a tu hijo el cuello y el pecho con esta medicina y se curará- dijo una voz.

Las hadas le dan pan

Aunque tenía mucho miedo, Inés se acercó, tomó la botellita, frotó a su hijo con el líquido y, un instante después, el pequeño estaba saltando en la cama completamente restablecido.
Inés lloraba y se retorció las manos. Habría dado cualquier cosa para salvarle, pero realmente no sabía qué hacer.

Sin embargo, a medianoche oyó un ruido extraño, como si alguien estuviese golpeando la piedrá del fogón, que lentamente se levantó. Del agujero salió una mano muy blanca con los dedos cubiertos de anillos preciosos que asía una minúscula botella llena de un líquido verde.
– Gracias- respondió cortésmente Inés, sabiendo que las hadas apreciaban mucho la buena educación.

Otra noche, la mujer se quedó en pie para cuidar a su hijo gravemente enfermo, y tuvo miedo de que se fuera a morir.
La verdad es que no lo he mirado- respondió el marido, e inmediatamente, una voz nítida gritó desde abajo:

- ¡Son las dos pasadas!
Una noche, el pescador tuveo que levantarse para echar las redes e Inés, que se moría de sueño, le dijo:

-Pero, ¿qué hora és?
Pan de hadas

Hace mucho tiempo, en la época de nuestros antepasados, había en Bretaña una mujer llamada Inés, su marido era pescador y vivian en una casa alejada del pueblo, la casa estaba justo encima de una cueva de hadas. De noche, cuando se sentaban en la cocina, podían oír el ruido del telar que subían desde la profundidades de la tierra. Sin embargo, Inés y su marido no tenían miedo, porque las hadas de la cueva eran amables con los hombres siempre que se las dejara en paz.
Cierto cuantísimo tiempo sin escuchar ''orete'' esa palabra que como tantas otras pertenecen al recuerdo, al igual que ''chucerias'' tampoco se emplea, en cambio si decimos aquí en Valencia''chuches'' es verdad que las galletas alargadas con los surcos por encima que ricas estaban y esos secos con sus cañamones. Pues nada chica que son las 5'40 mirare por la nevera haber que pillo ''pa''incarle el diente
Yo esta tarde me he preparado un batido de frutas para ir variando de vez en cuando porque sino es muy aburrido merendar siempre los mismo. Hablando de palabras que aún recordamos: Vete con cuidado no se te vaya a ir una piel de castaña "por el galillo" es bastante peligroso, y ya sabes por qué. esos guapa
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De las tortas con cañamones y los secos con azúcar ¡qué me vas a explicar! Cuando yo sabía que mi madre iba a estar por el horno cociendo todas aquellas chusmerías, yo me acercaba por el horno para ver si ya había algo cocido, y aunque mi madre no quería que comiésemos nada recién sacado del horno, porque decía que era malo, y luego te dolía la tripa, yo me ponía las botas.
Cuando era la época de hacer el queso, mi madre hacía tortas o rollos de suero que también estaban riquísimos. De las ... (ver texto completo)
Cierto cuantísimo tiempo sin escuchar ''orete'' esa palabra que como tantas otras pertenecen al recuerdo, al igual que ''chucerias'' tampoco se emplea, en cambio si decimos aquí en Valencia''chuches'' es verdad que las galletas alargadas con los surcos por encima que ricas estaban y esos secos con sus cañamones. Pues nada chica que son las 5'40 mirare por la nevera haber que pillo ''pa''incarle el diente
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También hablaba de las madalenas, de los rolletes de aguardiente, de los mantecados que se hacían solamente con manteca de cerdo, masa de pan y azúcar (¡Qué riquísimos estaban!); de las galletas que se hacían alargadas, con unos surcos en la parte de arriba producidos por el molde de la máquina de picar carne que se utilizaba para tal evento. (Aquellas galletas se cortaban con las tijeras) ¡A qué cabeza pensante se le ocurriría aquello...!
Luego, como tú dices, había en casi todas las casas, ... (ver texto completo)
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De las tortas con cañamones y los secos con azúcar ¡qué me vas a explicar! Cuando yo sabía que mi madre iba a estar por el horno cociendo todas aquellas chusmerías, yo me acercaba por el horno para ver si ya había algo cocido, y aunque mi madre no quería que comiésemos nada recién sacado del horno, porque decía que era malo, y luego te dolía la tripa, yo me ponía las botas.
Cuando era la época de hacer el queso, mi madre hacía tortas o rollos de suero que también estaban riquísimos. De las ... (ver texto completo)
Justi en el mensaje que ayer no quedó reflejado en mi página de colaboradores te hablaba en primer lugar de los bizcochos que se horneaban para consumirlos, sobre todo en las bodas remojados en chocolate. Cuando más bizcochos he visto yo comer fue en la boda de mi tío Ángel y mi tía Carmen. Había escriños llenos de bizcochos en la cámara de mis abuelos esperando el acontecimiento para ser "devorados". Yo debía tener unos cuatro o cinco años y vi por primera vez las peladillas de colores, y más grandes ... (ver texto completo)
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También hablaba de las madalenas, de los rolletes de aguardiente, de los mantecados que se hacían solamente con manteca de cerdo, masa de pan y azúcar (¡Qué riquísimos estaban!); de las galletas que se hacían alargadas, con unos surcos en la parte de arriba producidos por el molde de la máquina de picar carne que se utilizaba para tal evento. (Aquellas galletas se cortaban con las tijeras) ¡A qué cabeza pensante se le ocurriría aquello...!
Luego, como tú dices, había en casi todas las casas, ... (ver texto completo)
Hola: Como no vamos a recordar todas aquellas delicias que teníamos tan a mano, y cuantos moldes tenían de estrella medias lunas corazones, otros redondos
los de aguardiente me gustaban bueno y me siguen gustando mi abuela también hacia ''bollos''y los pintaba con clara de huevo por encima, y los secos con cañamones, madre mia que gustazo para el paladar y los dientes ni te cuento donde me llegan un besazo
Justi en el mensaje que ayer no quedó reflejado en mi página de colaboradores te hablaba en primer lugar de los bizcochos que se horneaban para consumirlos, sobre todo en las bodas remojados en chocolate. Cuando más bizcochos he visto yo comer fue en la boda de mi tío Ángel y mi tía Carmen. Había escriños llenos de bizcochos en la cámara de mis abuelos esperando el acontecimiento para ser "devorados". Yo debía tener unos cuatro o cinco años y vi por primera vez las peladillas de colores, y más grandes ... (ver texto completo)
Justi no entiendo nada de lo que ocurre ahora con los mensajes. ¿Cómo es que en los mensajes, en colaboradores, lo que yo he escrito sobre las "chucherias" que tanto nos gustaban no ha quedado el mensaje? Bueno ya veremos, dijo un ciego...
Bueno al final si encontraste el mensaje jajajaja estaría perdido por esos andurriales
Hola: Como no vamos a recordar todas aquellas delicias que teníamos tan a mano, y cuantos moldes tenían de estrella medias lunas corazones, otros redondos
los de aguardiente me gustaban bueno y me siguen gustando mi abuela también hacia ''bollos''y los pintaba con clara de huevo por encima, y los secos con cañamones, madre mia que gustazo para el paladar y los dientes ni te cuento donde me llegan un besazo
Justi no entiendo nada de lo que ocurre ahora con los mensajes. ¿Cómo es que en los mensajes, en colaboradores, lo que yo he escrito sobre las "chucherias" que tanto nos gustaban no ha quedado el mensaje? Bueno ya veremos, dijo un ciego...
Justi te voy a recordar algunas de las cosas buenas que las mujeres horneaban en el horno de Félix cocido todo con una buena lumbre de carrasca que debían traer de Haro y otros lugares. Recuerdo el corral que había donde ahora tiene la casa Pablito y Maricarmen siempre llena de leña. Alguna vez que otra había andurreado por allí y hasta por la bódeda que había encima del horno. Iba por allí con mi amiga Maritere, sobrina de Félix.
Comenzaré por los ríquisimos bizcochos que se solían comer con chocolate, ... (ver texto completo)
Hola: Como no vamos a recordar todas aquellas delicias que teníamos tan a mano, y cuantos moldes tenían de estrella medias lunas corazones, otros redondos
los de aguardiente me gustaban bueno y me siguen gustando mi abuela también hacia ''bollos''y los pintaba con clara de huevo por encima, y los secos con cañamones, madre mia que gustazo para el paladar y los dientes ni te cuento donde me llegan un besazo