Así deben estar más o menos, las cebadas por Alconchel; y así deben estar sus
campos, tan preciosos como los vemos en esta
foto.
En los tiempos en que Maricastaña estaba de buen ver, ya se veían algunos segadores salir muy, muy temprano a segar las cebadas; incluso había
noches, que se quedaban a dormir en el
campo para poder aprovechar más el frescor de la tarde y de las madrugadas.
Ahora, en los tiempos que corren, las tareas del campo se han dulcificado notablemente, y en unos pocos días,
... (ver texto completo)