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En ese mismo Congreso de los diputados do pisa Cañamero, Azaña contestó para rebatir un argumento de un diputado de la oposición: “si su señoría no se sonroja, permítame que yo me sonroje por su señoría”. Entre aquella filigrana del sonrojo prestado y los “sonrojios” de Cañamero hay algo más que ochenta y cinco años: una civilización. La gran tarea de Ana Pastor es meter en vereda a cabestros y piafantes, bípedos y cuadrúpedos, para que del Congreso salgan leyes y no coces. En la política nacional, ... (ver texto completo)
En ese mismo Congreso de los diputados do pisa Cañamero, Azaña contestó para rebatir un argumento de un diputado de la oposición: “si su señoría no se sonroja, permítame que yo me sonroje por su señoría”. Entre aquella filigrana del sonrojo prestado y los “sonrojios” de Cañamero hay algo más que ochenta y cinco años: una civilización. La gran tarea de Ana Pastor es meter en vereda a cabestros y piafantes, bípedos y cuadrúpedos, para que del Congreso salgan leyes y no coces. En la política nacional, ... (ver texto completo)
Como comprenderéis, yo preferiría que los sillones del Congreso de hogaño estuviesen ocupados por oradores tan relevantes como los de antaño, así muchos de vosotros, y yo misma, no nos "sonrojeriamos" ni nos "cabrejaríamos"" tanto con estos gañanes a los que, casi todos nosotros, contribuimos a pagar unos buenos sueldos.
Besetes para vosotros, mocetones
Besetes para vosotros, mocetones