¡Dios mío, cómo me estoy acordando de todos! ¡Cómo me gustaría escuchar la
música que la
Banda habrá dejado escapar de sus instrumentos desde el
Coro! Seguro que a esta hora la Misa del día nueve estará a punto de finalizar para seguir con la
procesión. Hoy no estaré llorando en la
puerta de mi
casa del
pueblo, pero sí lo estaré haciendo en la de
Barcelona... Hoy sí que no puedo sujetar las lágrimas, así que los que estáis en Alconchel reír, disfrutar, y llorar si queréis, pero que sea de alegría
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