El entorno de la Ciudad Encantada también nos resulta mágico. La vegetación, espléndida, formada por quejigos, sabinas, enebros, boj, zarzamoras,... Los rebaños de ovejas pastan por los alrededores rompiendo el silencio con el sonido de sus esquilas, y en el aire siempre flota un perfume de romero, tomillo y mejorana....