La generación del 27
Joaquín Rodrigo
La «generación del 27» es llamada así por su similitud con la generación literaria del mismo nombre, de la que es contemporánea y con la que colaboró en muchas de sus obras vocales. Es conocida también como la «generación de la República». Sus representantes se caracterizan por debatirse estéticamente entre el modelo de Falla, el neoclasicismo y la influencia de Ravel, entre el nacionalismo y la vanguardia musical. La guerra civil (1936-1939) los dispersó, diluyendo su influencia en la evolución musical española.
Frederic Mompou (1893-1987), nacido en Barcelona, creó una música muy personal, de carácter marcadamente intimista. La mayor parte de su producción está compuesta para piano. Entre sus principales obras se cuentan Canciones y danzas, Cantos mágicos y Combat del somni, para piano, Cantar del alma, sobre un texto de San Juan de la Cruz, y Cinco canciones sobre textos de Paul Valéry.
Roberto Gerhard (1896-1970), catalán de nacimiento, fue discípulo de Schönberg. Emigrado en 1939 al Reino Unido, no abandonó en su obra las referencias españolas. En su Quinteto de viento realizó una síntesis entre elementos españoles y el dodecafonismo. Evolucionó más tarde hacia un lenguaje de vanguardia, patente en Concierto para orquesta.
Salvador Bacarisse (1898-1963) fue discípulo de Conrado del Campo y residió en París desde 1939. Es autor, entre otras composiciones, de La nave de Ulises, Corrida de feria, Heraldos, la ópera Charlot y Concertino para guitarra y orquesta.
Rodolfo Halffter (1899-1988), nacido en Madrid, residió en México desde 1939. Fue discípulo de Falla. En un primer momento, sus obras se insertan en un neoclasicismo nacionalista. Así, las Sonatas de El Escorial y el ballet Don Lindo de Almería. Después adopta el sistema serial, especialmente en Diferencias y Tientos para cuarteto de cuerda.
Ernesto Halffter (1905-1989), hermano del anterior, fue discípulo de Falla, cuya ópera La Atlántida concluyó. Su primera obra, Sinfonietta, la compuso antes de los veinte años. Otras composiciones suyas importantes son Dos bocetos sinfónicos, Rapsodia portuguesa, Canticum in papam Johannem XXIII y Concierto para guitarra y orquesta.
Joaquín Rodrigo (1902-1999) es el compositor más famoso de esta generación. De origen levantino y ciego desde su infancia, estudió en París con Paul Dukas. Su música, marcadamente nacionalista, está influida por el folclore de Levante y de Castilla y la tradición del siglo XVIII. Su obra más universal, Concierto de Aranjuez, llevó la guitarra española a la máxima categoría como instrumento solista. Otras obras importantes suyas son Fantasía para un gentilhombre, Sonata a Castilla y Música para un códice salmantino.
Gustavo Pittaluga (1906-1976) fue discípulo de Óscar Esplá y terminó sus estudios musicales en París. Entre sus obras más señaladas figuran La romería de los cornudos, en su doble versión de concierto y de ballet, Capricho a la romántica, para piano y orquesta, y Llanto por Federico García Lorca, para canto y dos pianos.
Xavier Montsalvatge (1912-2002), nacido en Girona, fue catedrático en el conservatorio de Barcelona. Su música ha evolucionado desde el antillanismo de Cinco canciones negras y Cuarteto indiano hasta posiciones más avanzadas con Concierto breve, Sonata concertarte y Metamorfosis en forma de concierto
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