- ¿A qué viene tanto alboroto? -preguntó Gobolino a la gata de al lado.
- ¿No lo sabes? -contestó ella desdeñosa- Mañana es el día de la
exposición de gatos. Van a llevarnos a todos. Mucho antes de llegar, Gobolino pudo oír los maullidos de los cientos y cientos de gatos reunidos en la exposición: allí habían gatos grandes, pequeños; gatos negros, blancos, atigrados; gatos persas; gatos gordos, flacos, guapos, feos…, y todos los gatos de nuestro anciano. Entre ellos estaba Gobolino, el gato de
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