Nos concentramos fijando la atención en nuestro propósito y si lo deseamos escribiremos en dos hojas de papel, en una lo negativo que quemaremos con la vela negra (o en la hoguera) y en otro lo que deseamos que suceda que guardaremos hasta la próxima noche de San Juan, recordando las oraciones, pensando que todo lo malo quedará eliminado, vencido, excluido de nuestra vida. Sentimos cómo la luz que sale de las seis velas del Arco Iris se funden en el blanco purificador del Sol empujadas por la fuerza ... (ver texto completo)