Con qué alegría esperábamos cantar los mayos el día treinta. Sabíamos que una semana más tarde llegaba la gran fiesta de La Virgen de la Cuesta, con la espera de la Banda de Música, el pasacalles, la subida de La Virgen a su ermita el día 7 por la tarde, para acompañarla a Ella y a los pedroñeros, que muchos de éllos habían hecho el camino andando desde su pueblo natal: Las Pedroñeras; sus Mayos el día 7 por la noche, su Romería y misa de campaña el día 8 por la mañana, las fotos para el recuerdo ... (ver texto completo)